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'JUEGOS' OLÍMPICOS: Putin finge una siesta para insultar a atletas ucranianos

Algunas pruebas sugieren que el momento de somnolencia del presidente ruso es parte de una maniobra

Febrero 4, 2022 5:54pm

Updated: Febrero 4, 2022 6:51pm

Algunos usuarios en redes sociales especulan que el presidente ruso, Vladimir Putin, se quedara dormido durante la ceremonia de inauguración de los Juegos Olímpicos de Pekín 2022, después de que se le grabó dormitando de forma intermitente.

El presidente ruso, quien sin duda fue el invitado de más alto perfil en el evento, fue vigilado de cerca durante la transmisión de los juegos de invierno por parte de la NBC mientras se sentaba en una sección aislada. Pareció dormirse momentáneamente de cansancio, o de aburrimiento. Pero no tan rápido.

Un análisis más detallado de la situación sugiere que la siesta de Putin fue parte de un gesto de chauvinismo ruso a la antigua usanza, sacado de las estrategias de Vladimir Lenin de 1917, en la cual el antiguo coronel de la KGB jugaba su propioun pequeño juego olímpico.

Putin sabe que las cámaras lo miraban. También sabe que Estados Unidos está alterado por el reciente avance de las fuerzas rusas hacia la frontera ucraniana, y disgustado por su discurso de apertura ante el presidente de China, Xi Jinping, en el que elogiaba a la República Popular al tiempo que citaba sus relaciones estrechas "sin precedentes" con el régimen comunista.

Si se analizan los hechos con detenimiento, el presidente ruso se "durmió" en el mismo momento en que salieron los atletas ucranianos durante la ceremonia de apertura de los Juegos Olímpicos. En un sutil guiño de falta de respeto, [aparente] estaba tan poco impresionado con ellos que, en lugar de animar o aplaudir con el resto de los espectadores, se quedó dormido. Sin embargo, a Putin no le resulta extraño el  teatro político. Ya ha hecho juegos mentales similares en el pasado.  

En 2006, fingió claramente que lamentaba el asesinato del ex agente del FSB Alexander Litvinenko, quien puso en evidencia a Rusia por haber orquestado los atentados de los apartamentos de Moscú en 1999 como un ataque de bandera falsa. Quince años después de que Litvinenko fuera envenenado con un isótopo nuclear en el distrito londinense de Mayfair, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos determinó que el asesinato fue ordenado por el Kremlin.

En 2005, mientras el propietario de los New England Patriots, Robert Kraft, estaba de visita en Moscú, Putin le robó el anillo de Superbowl de la NFL, y luego se hizo el inocente, pensando que era un regalo, y posteriormente exhibió la joya en un museo ruso. A sabiendas de que probablemente nunca se lo devolverían, y para evitar la vergüenza política con Moscú, la Casa Blanca sugirió a Kraft que ofreciera posteriormente el anillo al presidente ruso como un gesto de buena voluntad.

La última maniobra del ex coronel de la KGB en Pekín se produce tras el boicot diplomático del presidente de Estados Unidos, Joe Biden, así como de otros aliados occidentales contra los Juegos Olímpicos de este año debido a los abusos de los derechos humanos del Partido Comunista chino contra los uigures y otras minorías musulmanas.

Desde 2017, más de un millón de uigures y otras minorías étnicas han sido enviados a "campos de reeducación" forzados, en los cuales se practican abortos y esterilizaciones obligatorias, mientras que otros 80.000 miembros de este grupo han sido reclutados para trabajar como esclavos en fábricas, según el Instituto Australiano de Política Estratégica.

Sin embargo, el ex coronel del KGB desestima todas las evidencias al respecto y, en cambio, asistió a los juegos para elogiar al régimen comunista chino. Putin afirmó en la televisión rusa que las relaciones entre Moscú y Pekín "se desarrollan de forma progresiva con un espíritu de amistad y asociación estratégica... De hecho, se han convertido en algo sin precedentes".