Tendencias
Directora de teatro estatal de Moscú renuncia en protesta por invasión a Ucrania
"Abandono mi puesto como directora del teatro. Es imposible trabajar para un asesino y cobrarle un sueldo”, escribió Yelena Kovalskaya, directora del teatro estatal de Moscú, en clara alusión a Putin y su aventura bélica contra Ucrania
Febrero 26, 2022 11:47am
Updated: Febrero 26, 2022 10:56pm
La directora del Centro Meyerhold, el teatro estatal de Moscú, Yelena Kovalskaya, renunció este viernes en protesta por la invasión rusa a Ucrania, según anunció ella misma en Facebook.
“Amigos, en protesta contra la invasión rusa de Ucrania, abandono mi puesto como directora del teatro. Es imposible trabajar para un asesino y cobrarle un sueldo”, escribió Kovalskaya, en clara alusión al presidente de Rusia, Vladimir Putin.
Las duras palabras de Kovalskaya contra Putin y su renuncia se producen en un contexto de censura y prohibición de hablar de la invasión en entidades culturales rusas.
La agencia noticiosa ANSA, de Italia, reportó que el teatro moscovita Mayakovsky ordenó a sus actores abstenerse de comentar sobre la invasión a Ucrania y que el Departamento de Cultura de la ciudad señaló que cualquier comentario negativo sería considerado una “traición a la patria”.
Las críticas del ataque militar de Rusia a Ucrania no sólo han sido internacionales, sino también internas del país euroasiático.
Varias de las celebridades y empresarios rusos más destacados han cuestionado a Putin y la legitimidad de los motivos para emprender la invasión, mientras que miles de ciudadanos se han manifestado en las calles y a través de las redes sociales.
La estrella pop rusa Valery Meladze manifestó el día inicial de la invasión que ésta “podría y nunca debería haber sucedido”.
“La historia juzgará todo algún día. Ahora quiero rogarle que detenga la acción militar y se siente a negociar”, dijo Meladze en un video que compartió con su medio millón de seguidores en Instagram.
“Ahora estamos todos atrapados en esta situación. No hay salida. Nosotros, los rusos, pasaremos muchos años investigando las consecuencias de este día”, escribió en la misma red social la presentadora de televisión Ksenia Sobchak.
El Kremlin ha demostrado estar dispuesto a llevar su aventura bélica hasta las últimas consecuencias y reprimir las muestras de disenso.
Aquellos que han renunciado a sus cargos o relaciones con el régimen, como Kovalskaya, o que han manifestado públicamente su oposición a la invasión, se enfrentan a la posibilidad de ser marginados de los grandes circuitos del arte y el entretenimiento en Rusia, la gran mayoría de los cuales son de control estatal.
De igual forma, los que se han manifestado en las calles o convocan a hacerlo, como la activista Marina Litvinovich, se arriesgan a ser detenidos arbitrariamente y acusados de cargos por motivos políticos que podrían conllevar a severas condenas.
Tras publicar un video en redes sociales pidiendo a los rusos que se le unieran en una protesta en las calles de Moscú, Litvinovich fue detenida frente a su departamento la noche del jueves.
De acuerdo con la ONG especializada OVD-Info, al menos 1.800 personas que se estaban manifestando con carteles en 51 ciudades de toda Rusia fueron detenidas por las autoridades.
Más de la mitad de las detenciones se produjeron en Moscú, donde los manifestantes que se aglomeraron en la Plaza Pushkin para condenar la invasión rebasaron el millar.