Crimen y Corrupción
Espía rusa se hacía pasar por joyera de origen peruano para conseguir secretos de la OTAN
Una mujer que afirma ser de Perú, es la protagonista de un mega operativo de infiltración rusa en la OTAN y la Marina de EE. UU.
Agosto 29, 2022 4:07pm
Updated: Agosto 29, 2022 4:07pm
Una investigación periodística realizada por medios internacionales identificó a una mujer rusa que se infiltró durante años como espía en la base de la OTAN en Nápoles.
La mujer, quien decía llamarse "María Adela Kuhfeldt Rivera" y afirmaba haber nacido en el puerto del Callao (Perú), se presentaba como una socialité dedicada a la joyería de alta factura, según La Repubblica (Italia) y Der Spiegel (Alemania).
Los citados medios describieron a la espía cómo una "treintañera cosmopolita y segura de sí misma que habla seis idiomas", lo que le habría permitido entrar en los círculos de personalidades de Nápoles, funcionarios de la base de la OTAN en la ciudad italiana, e incluso entablar vínculos con la Marina de Estados Unidos, agregó RPP.
María Adela vivió entre Roma, Malta y París, pero finalmente se instaló en Nápoles en 2013, sede del Comando de Fuerzas Conjuntas Aliadas de la OTAN. En esa ciudad abrió una joyería llamada Serein y llevó una activa vida social.
🧵Meet Maria Adela Kuhfeldt Rivera, widow, jeweller, and socialite. The love child of a German father and a Peruvian mother, born in Callao, Peru, and abandoned in Moscow by her mother during the 1980 Olympic Games. pic.twitter.com/wHo6qSmKik
— Eliot Higgins (@EliotHiggins) August 26, 2022
En 2016 inauguró una galería conceptual en el Palazzo Calabritto, lo que presuntamente le abrió las puertas a importantes figuras en la ciudad italiana; entre ellos, soldados, empleados o técnicos de la OTAN, así como de la VI Flota de EE. UU.
"Kuhfeldt" se presentaba como hija de padre alemán y madre peruana. En agosto de 2005, un abogado de Lima presentó una partida de nacimiento y solicitó el otorgamiento de la ciudadanía peruana a la mujer. Sin embargo, la solicitud fue rechazada y se abrió una investigación penal, de acuerdo con Bellingcat.
La mujer habría justificado su ciudadanía rusa alegando que, cuando tenía poco menos de dos años, su madre la trasladó a Moscú para participar en los Juegos Olímpicos de 1980.
Poco después, la madre habría regresado a Perú, por lo que la dejó con una familia rusa y nunca volvió. La "espía rusa" supuestamente creció en la Unión Soviética y tuvo una niñez marcada por una presunta violación por parte de su padrastro, según reportó La República (Perú).
La solicitud de ciudadanía de la mujer concluyó que su identidad era desconocida, por lo que se remitió el caso como delito contra la seguridad y la fe pública al fiscal de la nación, apuntó Infobae.
Finalmente, se descubrió que el pasaporte nacional ruso expedido a "Maria Adela" formaba parte de una serie de documentos que el GRU emitió al mismo tiempo para otros seis espías. Los periodistas incluso revelaron que la mujer es en realidad Olga Kolobova, una oficial de inteligencia reclutada y entrenada por los servicios rusos desde su adolescencia.
Presuntamente, lo último que se sabe de ella es que, cinco meses después de desaparecer de Nápoles se despidió de sus amigos a través de una cuenta de Facebook, en una publicación en la cual afirma que se encontraba bajo tratamiento por un cáncer en una clínica rusa. Sin embargo, los medios que revelaron esta historia indican que la mujer hizo una llamada el 23 de febrero para advertir que había sido descubierta.