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Derechos Humanos

Régimen de Nicaragua acusa al obispo Rolando Álvarez de conspiración

Álvarez había sido trasladado por la policía en agosto a Managua y puesto bajo arresto domiciliario, tras haber permanecido dos semanas retenido en el interior de su curia

Diciembre 14, 2022 4:10pm

Updated: Diciembre 14, 2022 4:22pm

El obispo nicaragüense Rolando José Álvarez Lagos, crítico del régimen de Daniel Ortega y sometido a arresto domiciliario desde agosto, fue acusado por los delitos de conspiración y propagación de noticias falsas en perjuicio del Estado, informó este martes un órgano judicial.

La acusación fue presentada por el Ministerio Público ante un juez de los Juzgados de Distrito Penal de Audiencia de Managua, indicó el Complejo Judicial Central de Managua en una nota de prensa.

El obispo, de 56 años, fue acusado por la Fiscalía de Nicaragua “por los delitos de conspiración para cometer menoscabo a la integridad nacional y propagación de noticias falsas a través de las tecnologías de la información y la comunicación en perjuicio del Estado y la sociedad nicaragüenses”.

En la misma causa se encuentra acusado el sacerdote Uriel Antonio Vallejos, "quien es prófugo de la justicia" y la autoridad judicial giró oficio a la Interpol para su captura, según el parte judicial. 

La congresista estadounidense María Elvira Salazar reaccionó a la acusación contra el sacerdote calificando a Ortega de "sátrapa". "Ha robado el país y persigue a una de las instituciones más queridas en Nicaragua: la Iglesia Católica", dijo en un mensaje de Twitter.

Álvarez, obispo de la diócesis del departamento de Matagalpa (norte), había sido trasladado por la policía el 19 de agosto a Managua y puesto bajo arresto domiciliario, tras haber permanecido dos semanas retenido en el interior de su curia.

Tras su detención, la policía informó de que el obispo, que también es miembro de la Conferencia Episcopal de Nicaragua (CEN), estaba siendo investigado por intentar "desestabilizar el país".

Las relaciones entre los sandinistas y la Iglesia católica de Nicaragua han estado marcadas por roces y desconfianzas en los últimos 43 años.

Agresiones físicas a sacerdotes, profanaciones a templos e imágenes religiosas, asedio, amenazas de muerte, persecución e insultos, ataques armados y quemas, han sido denunciados por organizaciones internacionales de derechos humanos.

Varios sacerdotes, incluyendo al obispo auxiliar de Managua, monseñor Silvio Báez, marcharon al exilio para proteger su vida y libertad.

Ortega ha tachado de "terroristas" a los obispos nicaragüenses que actuaron como mediadores de un diálogo nacional que buscaba una solución pacífica a la crisis que vive el país desde abril de 2018.

Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde hace cuatro años, que se ha acentuado tras las polémicas elecciones de noviembre pasado en las que Ortega fue reelegido para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión.