Nicaragua intensifica persecución de opositores políticos acusando a sus familiares de delitos

El régimen de Daniel Ortega ha intensificado su persecución a los opositores políticos acusando a sus familiares de delitos graves en Nicaragua.

La semana pasada, la esposa, la hija y el yerno del economista nicaragüense exiliado Javier Álvarez fueron acusados formalmente de delitos graves después de estar encarcelados durante tres semanas, informó The Associated Press.

Jeannine Horvilleur, de 63 años, Ana Carolina Álvarez Horvilleur, de 43 años, ambas de nacionalidad nicaragüense y francesa; y el esposo de Ana Carolina, Félix Roiz, fueron detenidos para presionar a Álvarez, que huyó del país centroamericano.

"Cuando me enteré el domingo de que en el sistema judicial ya había una acusación, sufrí uno de los golpes más duros", expresó Álvarez, quien se opone al gobierno, pero no ocupa un puesto de liderazgo en la oposición. "Se me vino el mundo encima".

Álvarez, que actualmente está exiliado en Costa Rica, indicó que recibió un mensaje de la policía nicaragüense en el que se le informaba que sus familiares estaban en la nefasta prisión de El Chipote "y que no saldrían hasta que yo me entregara".

Según la ONG Centro Nicaragüense de Derechos Humanos, el caso de Álvarez reveló "un nuevo patrón de secuestro extorsivo" por parte del régimen de Ortega para presionar a los miembros de la oposición.

Las organizaciones de derechos humanos llevan tiempo acusando al régimen de tomar como "rehenes" a los familiares de los opositores políticos exiliados.

En un caso similar, el hermano de Dulce María Porras, la líder de UNAMOS, fue detenido a pesar de estar exiliada en Costa Rica desde 2018.

"Están secuestrando a nuestros familiares porque no pueden capturarnos", señaló Porras. "Esto es un acto criminal, propio de los cárteles de la droga".

Su hermano, Freddy Martín Porras, no tiene actividad política desde hace tiempo, pero fue acusado de difundir noticias falsas y conspirar para dañar la integridad nacional.

"Buscan aumentar el terror que han impuesto a los ciudadanos", dijo Álvarez. "Ahora trasladan la supuesta 'culpa' o 'delito' a la esfera íntima, a lo más preciado que es la familia... para causar el mayor dolor posible".