La dictadura de Ortega destierra a monseñor Carlos Herrera, presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua

Monseñor Carlos Herrera, obispo de la Diócesis de Jinotega y presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, fue desterrado a Guatemala luego de expresar su descontento con las autoridades locales.

La expulsión del monseñor ocurrió luego de que el pasado 10 de noviembre calificara de “sacrilegio” el acto de colocar música a alto volumen frente a la Catedral San Juan Bautista en el preciso momento que se desarrollaba la eucaristía.

“Esto es un sacrilegio lo que están haciendo el alcalde y todas las autoridades municipales, porque saben la hora de la misa”, les dijo Herrera a los fieles que oían su sermón dominical. “Nosotros (los fieles) también apoyamos porque después de misa los vamos a ver ahí, estamos faltando a Dios todos, por eso pidamos perdón a Dios por ellos y por nosotros".

El descontento del monseñor surgió cuando Leónidas Centeno, alcalde de Jinotega afiliado al régimen orteguista, ordenó la colocación de parlantes a gran volumen justo cuando se estaba llevando a cabo la misa.

El comentario del obispo lo llevó a su captura. Según el medio Mosaico CSI, Herrera fue llevado a Guatemala, donde se encuentra en una residencia de la Orden de Frailes Menores.

Ahora, monseñor Carlos Herrera se une a los 245 religiosos que han tenido que salir de Nicaragua desde 2018 debido a la persecución religiosa impulsada por el régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo.

En relación con esta noticia, este lunes se dio a conocer que la dictadura nicaragüense prohibió a los sacerdotes católicos ingresar a hospitales públicos para darles a los pacientes el sacramento de la Unción de los Enfermos.

Martha Patricia Molina, abogada y autora del informe "Nicaragua: ¿una Iglesia perseguida?", advirtió que el gobierno pretende “continuar una política de adoctrinamiento” para “exterminar” a las iglesias y “que sean Daniel Ortega y Rosario Murillo los únicos líderes en el país”.