Dos muertos al oeste de Nueva York por una fuerte tormenta de nieve

Al menos dos personas han muerto a causa de la fuerte tormenta de nieve que azota el oeste de Nueva York desde el viernes, y se espera que las precipitaciones de nieve alcancen al menos 1 metro para este fin de semana.

El ejecutivo del condado de Erie, Mark Poloncarz, atribuyó dos muertes a "episodios cardíacos relacionados con el esfuerzo al palear/soplar la nieve", según Associated Press.

Las escuelas de Búfalo cerraron el viernes, mientras que las estaciones de Amtrak de la ciudad, así como las de Niagara Falls y Depew, lo hicieron a primera hora del jueves. Muchos vuelos del aeropuerto internacional de Búfalo-Niágara fueron cancelados.

La gobernadora de Nueva York, Kathy Hochul, declaró el jueves el estado de emergencia para 11 condados del oeste de Nueva York, muchos de ellos situados a orillas de los Grandes Lagos. Se ha prohibido el tráfico de camiones comerciales en partes de la I-90.

La gobernadora fue categórica al afirmar que el estado tenía la situación bajo control, y dijo a la emisora de radio local WBEN: "Estoy muy orgullosa de la gente del oeste de Nueva York por haber hecho caso a nuestro llamamiento para que se mantuviera fuera de las carreteras anoche; era traicionero".

"Y como resultado, pudimos echar sal, pudimos despejar las carreteras mejor de lo que lo habríamos hecho si estuvieran llenas de tráfico, y realmente evitamos un gran número de accidentes", concluyó.

La cuenta de Twitter del Estado de Nueva York compartió una foto de una regla enterrada en 19 pulgadas de nieve en el sur de Cheektowaga, al oeste de Buffalo, poco antes del amanecer. "Continúen alejándose de las carreteras y manténganse a salvo", decía el tuit.

La gravedad de la tormenta varió en gran medida debido a las características de los efectos de las tormentas lacustres, que son causadas por vientos helados que recogen la humedad de los lagos más cálidos y arrojan nieve en bandas estrechas, reportó USA Today.

Los residentes de algunas zonas de Búfalo pasaron el viernes azotados por fuertes nevadas, salpicadas por truenos ocasionales, mientras que unos pocos kilómetros al norte, sólo cayeron unos pocos centímetros y hubo parches de cielo azul.