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Virales

Narcos mexicanos alimentaban a tigres con cuerpos de sus rivales

Los felinos quedaron a disposición de la autoridad competente, informó la Fiscalía del estado mexicano de Guerrero

Febrero 21, 2022 1:05pm

Updated: Febrero 21, 2022 3:33pm

La Fiscalía General del Estado mexicano de Guerrero realizó un operativo el jueves en el municipio de Quechultenango, donde decomisaron marihuana, siete autos y cinco inmuebles donde se almacenaban autopartes y herramientas robadas a miembros de un grupo criminal local conocido como Los Ardillos.

Asimismo, las autoridades encontraron a tres tigres encerrados en una jaula, los cuales supuestamente eran usados para devorar los cuerpos de sicarios de grupos rivales, o de las personas secuestradas por la banda criminal, con el objeto de no dejar rastro.

Los felinos quedaron a disposición de la autoridad competente, al tiempo que las armas, drogas y vehículos se pusieron a disposición del Ministerio Público del municipio de Chilpancingo, informó la Fiscalía guerrerense en un comunicado.

Quechultenango es considerada como el bastión de Los Ardillos. Desde este lugar controlan varios municipios de la zona centro y la montaña baja de Guerrero, según datos de Reforma citados por La Opinión.

En septiembre, agentes mexicanos ingresaron al escondite de un grupo criminal ubicado en el municipio de Pitiquito, en el estado de Sonora. El lugar era custodiado por un ejemplar de tigre de Bengala.

Al ejecutar la orden, los policías fueron ahuyentados por el felino, el cual estaba atado con cadenas en una de las habitaciones. En esa ocasión, se trataba de una hembra sana de aproximadamente dos años, reveló Infobae.

La afición de los narcotraficantes mexicanos por tener animales exóticos parece imitar la costumbre de capos colombianos como Pablo Escobar, quien durante la década de 1980 montó un zoológico en su hacienda Nápoles, con ejemplares de elefantes, jirafas, rinocerontes, antílopes, canguros, cacatúas negras de Indonesia, gallinetas de Nueva Guinea, cisnes blancos de Europa, faisanes, grullas reales y loras de colores.

Recientemente, las autoridades colombianas lidian con el problema de los hipopótamos que fueron introducidos en el país por el narcotraficante. Los descendientes de los ejemplares adquiridos por Escobar representan "una alta amenaza para el mantenimiento de ecosistemas y especies propias de la biodiversidad colombiana", de acuerdo con un estudio avalado por el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible del país sudamericano.