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Inmigración

Migrantes insisten en cruzar a EEUU por el río Bravo pese a las crecientes deportaciones

La situación escaló porque la semana pasada las autoridades estadounidenses expulsaron a 200 migrantes que cruzaron el muro y los entregaron al Instituto Nacional de Migración

Migrantes caminan cerca del muro que separa la frontera estadounidense en Ciudad Juárez, Chihuahua (México).
Migrantes caminan cerca del muro que separa la frontera estadounidense en Ciudad Juárez, Chihuahua (México). | EFE/Luis Torres

Mayo 28, 2024 2:18pm

Updated: Mayo 29, 2024 9:11am

Pese a las crecientes deportaciones y operativos de Estados Unidos y México, los migrantes en el límite de la mexicana Ciudad Juárez con El Paso estadounidense insisten en cruzar el fronterizo río Bravo (Grande) de forma irregular. Así lo confirmó un reporte de la agencia española de noticias EFE esta jornada.

La situación escaló porque la semana pasada las autoridades estadounidenses expulsaron a 200 migrantes que cruzaron por la puerta 40 del muro y los entregaron al Instituto Nacional de Migración (INM) mexicano en Ciudad Juárez, donde se anunció que los retornarían a Chiapas, estado de la frontera sur de México, dijo el medio.

El venezolano Marco Galindo consideró "muy frustrante" reiniciar su ruta, según las entrevistas de la agencia: "Es como si fuera un fracaso, todo el mundo está buscando el sueño de subir a Estados Unidos y ya que estamos aquí, esa guerra que nos hacen desde Tapachula (ciudad de la frontera sur) hacen la vida imposible. Los de Migración, la Guardia Nacional, por todos lados nos corretea (persigue)", se lamentó el migrante. 

El suramericano señaló que entre quienes están varados en el río Bravo corre ahora la duda sobre si cruzar o no, pues mientras en Estados Unidos la Guardia Nacional de Texas los devuelve a golpes, en México los agentes del INM los retornarían a Chiapas en un camión atados de manos, de acuerdo al rumor que ha crecido entre los migrantes. 

El venezolano también contó que muchos de ellos llevan más de cinco meses en Juárez, donde, además de tener que conseguir recursos, tienen que afrontar la delincuencia organizada, y todos los días hacen un recorrido de unos diez kilómetros a lo largo de la frontera para ver por dónde pasar.

Lo que sucede en Ciudad Juárez refleja las crecientes restricciones en la frontera de Estados Unidos, donde el 9 de mayo el Gobierno del estadounidense Joe Biden promulgó una norma que instruye a los agentes migratorios prohibir que las personas consideradas un "riesgo para la seguridad pública o nacional" soliciten asilo.

Biden y el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, acordaron a finales de abril "trabajar juntos para implementar de inmediato medidas concretas con el fin de reducir significativamente los cruces fronterizos irregulares y al mismo tiempo proteger los derechos humanos".

Tan solo en el primer trimestre de 2024 la migración irregular interceptada por el Gobierno mexicano creció cerca de un 200 % anual hasta casi 360 mil.

José Luna Ochoa, otro migrante de Venezuela que se apostó en el río Bravo en espera de cruzar, atribuyó los operativos a que este año coinciden las elecciones en Estados Unidos y México. Agregó que, además del clima, lidian con la inseguridad que representa el país azteca, tanto por la persecución de las autoridades migratorias como por los secuestros del crimen organizado.

"Sí vale la pena, queremos darles a nuestros hijos un mejor futuro, ya que en nuestro país no hay educación, no hay seguridad, no hay salud, estamos en dictadura, un sueldo es de siete dólares mensuales y dos dólares vale un kilo de harina para hacer unas arepas", señaló el migrante a EFE

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