Mexicana sobrevive a disparo de Patrulla Fronteriza y busca demandar por daños y perjuicios

Marisol García Alcántara, una mexicana a quien un agente de la Patrulla Fronteriza disparó en la cabeza en Arizona en junio de 2021, espera la resolución de una queja con Aduanas y Protección Fronteriza para obtener una indemnización por las lesiones que sufrió debido al impacto de la bala, reportan este miércoles medios locales. 

"Sentí un golpe en mi cabeza. Me imaginé que me habían pegado con un bate o con la cacha (culata) de una pistola. Yo iba del lado del piloto, en la parte trasera, pegada a la ventana. Fue ahí cuando se me nubló la visión", relató en entrevista con BBC Mundo.

Entre otras cosas, la pérdida de memoria y la parálisis facial son algunas de las "consecuencias de por vida" que asegura le dejó el fragmento de la bala que aún alberga su cerebro.

La queja fue presentada inicialmente en diciembre, aunque se trata de un paso obligatorio antes de entablar una demanda federal contra el gobierno de Estados Unidos, según el abogado de Marisol, Eugene Iredale.

"Estoy pidiendo justicia para que no sigan haciendo esto. También estoy pidiendo una disculpa pública de la persona que hizo esto. Me gustaría saber por qué me hizo esto ya que yo no le hice nada", señaló entonces García Alcántara ante la prensa.

La bala entró en la cabeza de García, justo encima del ojo izquierdo. Debido al fragmento que permanece en su cerebro, corre un severo riesgo de sufrir convulsiones. La mujer asevera que también sufre de frecuentes mareos y dolores de cabeza.

Marisol recibió el disparo en Nogales, Arizona, mientras viajaba en una camioneta Kia, junto a otras personas que trataban de entrar a Estados Unidos desde el estado mexicano de Sonora, recoge el reporte policial citado por medios estadounidenses.

Un supervisor de la Patrulla Fronteriza comentó a la policía de Nogales que la camioneta no respetó una orden para detenerse. Pero García Alcántara explicó que el auto redujo la velocidad para cumplir con la indicación cuando ella sintió el "golpe" en su cabeza.

Tras el balazo, fue trasladada en helicóptero al Hospital St Joseph, en Phoenix, donde la intervinieron para salvarle la vida. Marisol segura que no le dieron "ninguna explicación", ni el informe del alta hospitalaria ni ningún otro documento que informara sobre su estado de salud.

Posteriormente, fue trasladada al Centro Penitenciario Florence, donde quedó detenida por 22 días antes de ser deportada. En México le explicaron "que traía un pedazo de bala en la cabeza, que me está cubriendo un pedazo de mi cerebro".

Ya que el fragmento no podía extraerse, le recetaron varios medicamentos, entre ellos uno para prevenir ataques epilépticos, además de antidepresivos.

"Busco justicia. Quiero una disculpa de esta persona y un apoyo médico y por los medicamentos, porque no puedo trabajar", señaló la mujer.

La cantidad de migrantes que tratan de llegar ilegalmente a Estados Unidos desde la frontera con México se ha disparado en los últimos años. El pasado año fiscal —que empezó en octubre de 2020 y terminó el 30 de septiembre de 2021— la Patrulla Fronteriza registró la mayor cantidad de "encuentros" con migrantes indocumentados en los últimos 60 años.