Talibanes ordenan a empleados públicos masculinos dejarse crecer la barba

Los talibanes ordenaron que todos los empleados públicos masculinos de Afganistán se dejen crecer la barba y lleven ropa tradicional, en otro ataque a las libertades personales por parte de los fundamentalistas islámicos en el poder.

Según fuentes de Reuters, representantes del Ministerio de Propagación de la Virtud y Prevención del Vicio patrullaban el lunes las entradas de los edificios gubernamentales para comprobar el cumplimiento de las normas, e incluso prohibieron la entrada a quienes no cumplieran los requisitos.

A los empleados se les dijo que no se afeitaran y que vistieran ropa local -túnica larga y holgada, pantalones y sombrero o turbante- o se arriesgarían a ser despedidos. También se instruyó a todo el personal para que rezara a las horas correctas. Los musulmanes están obligados a rezar cinco veces al día hacia La Meca, su ciudad sagrada: al amanecer, al mediodía, por la tarde, al atardecer y al anochecer.

Los talibanes se hicieron con el control de Afganistán tras la caótica retirada de las tropas estadounidenses el año pasado, renovando los temores de reimponer las condiciones de su anterior reinado en los años 90, en el cual las mujeres no podían ir a la escuela y la mayoría de los espectáculos y deportes estaban prohibidos.

Los fundamentalistas islámicos afirmaron haber cambiado en un intento de conseguir el levantamiento de las sanciones internacionales, e incluso anunciaron que se permitiría a las niñas volver a la escuela. En el último momento dieron marcha atrás en su decisión, lo cual provocó que Estados Unidos se retirara de las conversaciones previstas con funcionarios talibanes sobre cuestiones económicas.

Los talibanes en el poder también han prohibido el acceso de las mujeres a los vuelos e informaron que los parques estarán segregados por sexos, lo cual significa que las familias ya no podrán ir juntas.

Un experto declaró a The Times of London que los talibanes eran ahora "oficialmente un estado policial autoritario de apartheid de género... el régimen, aunque es una realidad de facto... no merece ningún reconocimiento ni legitimidad".