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Derechos Humanos

"No hay un día que no llore por mi bebé": madres afganas se ven obligadas a vender a sus hijos para comprar comida

Mientras los talibanes celebran el primer aniversario de la toma de Kabul, los ciudadanos sufren los estragos de la pobreza

Agosto 17, 2022 5:05pm

Updated: Agosto 18, 2022 5:47pm

Mientras los talibanes celebran el primer aniversario de la toma de la capital de Afganistán, los ciudadanos del país siguen lidiando con la pobreza. Informes de prensa señalan que las madres se ven obligadas a vender a sus bebés para pagar la comida y la asistencia sanitaria del resto de sus familias.

Organizaciones internacionales advierten que la venta de recién nacidos de familias afganas a extraños son una "práctica común" desde la toma del poder por los talibanes el año pasado, según The Times of London.

Un portavoz de la Organización Nacional Afgana de Ayuda y Asistencia Humanitaria (ANAHO) comentó al mencionado medio que el comercio de menores, una actividad prohibida por los talibanes, se observaba "muy raramente" antes de septiembre del año pasado. Sin embargo, en los últimos meses, la organización ha registrado casos de "al menos dos familias a la semana" que han vendido un niño.

Una madre de seis hijos comentó al citado medio que recientemente vendió a su hija de cuatro meses a una pareja infértil a cambio de 2.000 libras (2.400 dólares) después de que su hija mayor fue hospitalizada por un caso grave de desnutrición.

La mujer, una maestra de 28 años, no ha podido reincorporarse a sus labores desde que los talibanes prohibieron que las niñas y mujeres trabajen y estudien. Además, comentó que su marido se encuentra atrapado en Irán.

"No hay un día que no llore por mi bebé", señaló, aunque admitió que es posible que tenga que vender a otro de sus hijos para que los demás sobrevivan el próximo invierno.

Otra madre que habló con The Times indicó que algunas de sus amigas se negaban a amamantar a sus recién nacidos porque creen que no podrán vender al niño si "forman un vínculo".

Por otra parte, un dentista de 27 años, casado con una doctora y con una hija biológica de tres años, declaró a The Times que pagó 1.600 libras (1.900 dólares) por un menor de tres años debido a que la familia quería un hijo. Además, explicó que terminó por pagar un poco más de lo la familia le pedía porque sabía que la madre tenía problemas.

El mismo hombre afirmó conocer a otra familia cuya hija fue comprada por una pareja que luego la vendió a presuntos traficantes de órganos.

Los talibanes tomaron el control de Afganistán tras la caótica retirada de las tropas estadounidenses el año pasado, lo que renovó los temores de una vuelta a las costumbres basadas en el fundamentalismo islámico, lo que incluye fuertes restricciones a los derechos de las mujeres.

Los talibanes al llegar al poder aseguraron haber cambiado, en un probable intento para conseguir el levantamiento de las sanciones internacionales contra el régimen, y anunciaron que se permitiría a las niñas volver a la escuela, en el último momento dieron marcha atrás en su decisión. Esto provocó que Estados Unidos se retirara de las conversaciones previstas con los funcionarios talibanes sobre cuestiones económicas.

Por su parte, Amnistía Internacional acusa a los talibanes de detener y torturar a las mujeres que protestan por las restricciones a sus derechos de educación, trabajo y libre circulación. Una mujer entrevistada por el grupo de derechos humanos calificó su situación como una "muerte en cámara lenta".