Irán: 3 meses de protestas, más de 400 muertos a manos del régimen y miles de detenidos

Las protestas en Irán alcanzaron este viernes su tercer mes y ya son más de 400 los muertos y miles los detenidos por el régimen, que ha comenzado a ejecutar a los manifestantes en un intento de controlar la mayor movilización registrada en décadas en el país.

Principalmente jóvenes y mujeres comenzaron a salir a las calles para manifestarse desde el pasado 16 de septiembre y exigir el fin de la República Islámica fundada por el ayatolá Ruholá Jomeini en 1979, tras la muerte de la joven Mahsa Amini, detenida por la Policía Moral por llevar el velo islámico supuestamente "de forma incorrecta".

Durante el sepelio de Amini en su ciudad natal de Saqez, en el Kurdistán iraní, numerosas mujeres agitaron los primeros velos y gritaron los primeros actos y lemas de "mujer, vida, libertad", que se han convertido en símbolos de las protestas.

Los universitarios también salieron rápidamente a las calles en grandes manifestaciones, seguidos luego por alumnos y profesores de diferentes enseñanzas. La desobediencia se apoderó del país: mujeres y niñas empezaron a caminar  por las vías públicas sin los velos obligatorios y los conductores comenzaron a tocar los claxon sin parar y a gritar desde las ventanas contra el régimen.

El régimen respondió reprendiendo las protestas y provocó fuertes críticas de los países occidentales que desencadenaron una oleada de nuevas sanciones contra Teherán, profundizando el aislamiento del país persa.

En los tres meses de protestas han muerto más de 400 personas y al menos 2.000 han sido acusadas de diversos delitos por su participación en las manifestaciones, de las cuales al menos 10 han sido condenadas a muerte.

Las autoridades judiciales llevaron a cabo la primera ejecución de un manifestante el 8 de diciembre, con el ahorcamiento de Mohsen Shekari, condenado a muerte por presuntamente herir con un cuchillo a un miliciano islámico y bloquear una calle.

Al menos 15.000 personas han sido detenidas, entre ellas figuras públicas como futbolistas y actrices, por su apoyo a las protestas, así como unos 70 periodistas y fotógrafos.

La situación se agrava tras el régimen anunciar este jueves la muerte de una manifestante, identificada como Aida Rostami. Era una doctora que fue detenida por atender a manifestantes heridos en sus domicilios. Su cuerpo mostraba signos de tortura, con uno de sus ojos extirpado y la mitad de la cara aplastada. Las autoridades aseguran que murió en un accidente de tráfico, reportan medios locales.

Otra manifestante, Donya Farhadi, de 22 años, una estudiante universitaria de Ahvaz que fue detenida durante las protestas de hace varios días apareció muerta este jueves en el río Karoun. Hay informes locales de que fue torturada hasta la muerte. 

Irán acaba el 2022 con una revuelta interna en la que miles de ciudadanos reclaman más libertades, mientras que en el escena internacional el país persa está cada vez más aislado.