La violencia sexual contra las niñas es "una crisis" en Guatemala, denuncia ONG

Al menos 1.463 niñas de entre 10 y 14 años se convirtieron en madres este año en Guatemala, víctimas de violación, lo que constituye un grave problema para la infancia en el país centroamericano, agravado por la impunidad casi total de los agresores.

La directora de la organización no gubernamental Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva (Osar), Mirna Montenegro, ofreció las cifras esta semana y, según precisó, se han contabilizado más de 40.000 mujeres de entre 10 y 19 años embarazadas en lo que va del año, resultado de abuso sexual. 

De acuerdo a Montenegro y a los registros de la ONG que lidera, entre enero y septiembre de este año fueron documentados 43.035 embarazos en mujeres de entre 10 y 19 años.

"De estos casos, un total de 1.463 son de menores de 10 a 14 años, lo que constituye un delito de violación, del cual solo 5 % será procesado por la Justicia y ni la mitad de estos llega a una condena contra el violador", subrayó la doctora en una entrevista a la agencia EFE.

La respuesta estatal a estos casos "es lenta e insuficiente", advirtió Montenegro, quien está a cargo de Osar desde 2008, ya que las autoridades carecen de mecanismos preventivos contra la violencia sexual.

"El Estado tiene un bono económico para las familias de las niñas víctimas de violencia, pero no solo es insuficiente, sino que tramitarlo puede tomar hasta dos años. Además, las niñas sufren mucho y los hospitales no siempre tienen lo que se necesita", apunta la también activista de derechos humanos.

Igualmente, las cifras compartidas por el Observatorio de Salud Sexual y Reproductiva del país centroamericano revelan que el año pasado solo 255 agresores de 1.255 violaciones contra menores de 14 años fueron enviados a prisión.

Sumado a esto se diagnosticó, por cálculos oficiales, que en Guatemala uno de cada dos niños sufre de desnutrición y que el 59 % de la población vive bajo el umbral de la pobreza.

Precisamente un informe de Osar en 2023 apunta que el 58 % de los niños con desnutrición crónica en la nación son hijos de adolescentes menores de 18 años y que prácticamente la mitad de los bebés que tienen como madres a niñas de entre 10 y 14 años tienen altas posibilidades de sufrir desnutrición en zonas rurales.

"Son regiones muy grandes y con una presencia estatal mínima. Casi no existen centros de atención. Las niñas viven en comunidades aisladas donde los violadores son sus padres, tíos, padrastros, hermanos, maestros o vecinos", concluye la experta, que catalogó el problema como una "verdadera crisis".