Mujer de Missouri se convierte en la quinta víctima en cuatro días de las peligrosas corrientes en playas de Florida

Una mujer de Missouri se convirtió en la quinta víctima mortal en tan solo cuatro días de las peligrosas corrientes de distintas playas de Florida.

Debbie Szymanski, de 60 años y residente de St. Louis, fue encontrada inconsciente alrededor de las 11:30 a.m. del domingo en Panama City Beach.

Al parecer, su familia se dio cuenta de que no respondía y la arrastró hasta la orilla mientras llamaban a los agentes de la Oficina del Sheriff del Condado de Bay y a los servicios médicos de emergencia, informó oficina del sheriff en su página de Facebook.

Szymanski fue transportada a un hospital local, donde fue declarada muerta. Mas tarde se supo que había sido víctima de una corriente de resaca.

Su muerte se produce dos días después de que tres jóvenes de Alabama fueran a nadar a la misma zona cuando se vieron en peligro, informó la Oficina del Sheriff del condado de Bay en una publicación de Facebook.

"Los tres hombres quedaron atrapados poco después de entrar al agua", dijo la oficina. Las víctimas fueron identificadas como Harold Denzel Hunter, de 25 años, y Jemonda Ray y Marius Richardson, ambos de 24 años, todos residentes de Birmingham. Los tres eran padres.

Pero el jueves pasado, Ryker Milton, de 19 años y originario de Oklahoma, perdió la vida después de quedar atrapado en una corriente de resaca también en Panama City Beach.

Ese mismo día, una pareja de Pensilvania que pasaba sus vacaciones en Florida junto a sus seis hijos, murió ahogada por igual motivo.

Las víctimas fueron identificadas como Brian Warter, de 51 años, y Erica Wishard, de 48 años, quienes fueron arrastrados por el océano junto a dos de sus hijos en la playa de Stuart, en la isla de Hutchinson, situada frente a la costa sureste de Florida.

La Oficina del Sheriff del condado de Martin informó en su página de Facebook que los dos niños fueron capaces de salir e intentaron ayudar a sus padres, “pero se volvió demasiado peligroso y se vieron obligados a nadar hasta la orilla".