Exbombero de Hialeah acusado de ganar $870,000 por vender certificaciones fraudulentas de soporte vital

Carlos Ernesto Rojas, de 60 años, quien fuera bombero durante 20 años en el Departamento de Bomberos de Hialeah, está siendo acusado por la venta de certificados de soporte vital de la Asociación Estadounidense del Corazón (AHA), sin capacitar a los destinatarios.

Rojas ha sido acusado de esquema organizado para defraudar, un delito grave de tercer grado.

Según dijo este viernes la fiscal estatal de Miami-Dade, Katherine Fernández Rundle, Rojas emitió más de 14,500 certificados en nombre de la AHA a partir de 2020, lo que, a $60 por tarjeta, arroja que pudo haber ganado más de $870,000

Rojas poseía certificaciones de instructor en Soporte Vital Básico (BLS), Soporte Vital Cardiovascular Avanzado (ACLS) y Soporte Vital Avanzado Pediátrico (PALS), lo que le permitía impartir los cursos.

En un comunicado de prensa la fiscalía dijo:

“Una amplia gama de profesiones, como conductores de autobuses, proveedores de cuidado infantil, oficiales de policía, bomberos, paramédicos, enfermeras y médicos, requieren certificaciones BLS, y las personas que trabajan en ciertas áreas médicas especializadas necesitan certificaciones adicionales como ACLS y PALS”.

En el comunicado la fiscalía dice que Rojas estaba investigado desde el 2021 cuando 14 personas “le pagaron a Rojas un total de $1140 por los cursos necesarios. Esperaban recibir capacitación, pero no hubo capacitación. En cambio, estas personas supuestamente recibieron registros electrónicos (eCards) de Rojas que indicaban que participaron o completaron con éxito un curso”.

Los 14 trabajadores contactaron a la policía de Miami-Dade, que inició una investigación en la que un oficial encubierto recibió la certificación BLS sin ninguna capacitación de Rojas después de transferir electrónicamente $60. La AHA envió un correo electrónico felicitando al oficial encubierto por completar la capacitación y brindando instrucciones sobre cómo reclamar una tarjeta electrónica.

El comunicado dejó en claro que “La AHA no podría haber conocido la identidad del oficial encubierto ni cómo contactarlo sin que Rojas hubiera proporcionado la información de finalización del curso a la AHA”.

La investigación se mantiene activa y podrían imponerse nuevos cargos.