Miércoles de Ceniza: La Cuaresma no es lo que crees

Este miércoles 22 de febrero marca el comienzo de la Cuaresma, un tiempo reservado por millones y millones de cristianos en todo el mundo. Aunque esta temporada tiene mala reputación, pues muchos piensan en la Cuaresma simplemente como un tiempo de miseria intencional, la fecha esconde mucho más.

La gente en todo el mundo deja el chocolate, la carne, deja de ver su programa de televisión favorito o se aplica cualquier otra restricción autoinfligida. Sin embargo, la temporada de Cuaresma comenzó hace casi 2000 años principalmente como un tiempo de preparación para la Pascua. Aquí te contamos lo que no sabías.

Supuestamente los que iban a ser bautizados fueron preparados durante ese tiempo. En los inicios de la iglesia, los que cometían pecados graves eran separados del resto de los fieles, y era durante la Cuaresma, donde podrían hacer las paces y ser “acogidos” en el grupo de los creyentes y nobles.

La base de la temporada se basa en un gozo profundo, contrario a lo que se cree hoy. Hacer “las paces” era un trabajo duro, pero la reconciliación resultante era camino a la verdadera alegría, recogen los documentos por siglos.

¿Pero qué es el miércoles de cenizas? Aunque en la actualidad esta temporada invita a dejar de lado las cosas que impiden “seguir a Jesús”, no siempre fue así.

Este 22 de febrero comienza el primer día de la cuaresma y se celebra la fiesta del Miércoles de Ceniza, una de las tradiciones más sagradas de la iglesia católica, que viene acompañada de varias curiosidades y rituales.

La tradición de imponer la ceniza se remonta a la Iglesia primitiva. En aquel entonces las personas se colocaban ceniza en la cabeza y se presentaban ante la comunidad con un “hábito penitencial” para recibir el Sacramento de la Reconciliación el Jueves Santo.

La Cuaresma adquirió entonces un sentido penitencial para todos los cristianos casi 400 años D.C. y a partir del siglo XI, es la Iglesia en Roma quien impone las cenizas al inicio de este tiempo.

La ceniza se convirtió así en un símbolo. Su función está descrita en un importante documento de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, más precisamente en el artículo 125 del “Directorio sobre la piedad popular y la liturgia”: “el gesto de cubrirse con ceniza tiene el sentido de reconocer la propia fragilidad y mortalidad, que necesita ser redimida por la misericordia de Dios”, reza el escrito.

Este miércoles, además, marca el fin de los carnavales, una tradición históricamente muy ligada a la fiesta pagana previa a la Cuaresma, donde se comía y bebía por doquier durante tres días, antes de que llegara el Miércoles de Ceniza, y con ello el ayuno y la abstinencia.

El día de ceniza los fieles están llamados a asistir a misa para recibir la bendición “Hombre, recuerda que polvo eres y que al polvo volverás”, de acuerdo a las escrituras en el Génesis. La costumbre consiste en que un sacerdote, o diácono si no se va a la iglesia, dibuje en la frente de quien lo desee una cruz de ceniza, pero no una ceniza cualquiera.

Para el momento se utilizan los restos de la quema de las palmas bendecidas el Domingo de Ramos del año anterior. Además, los católicos deben confesar sus pecados este Miércoles de Cenizas, ya que es un día para reconocer la propia fragilidad y la mortalidad.