Más de un millón de franceses protestan contra la reforma pensional impulsada por Macron

Francia vive este martes su segunda huelga nacional contra la reforma de las pensiones del Gobierno de Emmanuel Macron, a la que ya se han sumado cerca de 1,2 millones de personas mientras los sindicatos siguen llamando a alcanzar los 2,8 millones para hacer torcer el brazo al Ejecutivo en su proyecto estrella.

Hay convocadas al menos 250 concentraciones y marchas desde las diez de la mañana en todo el país para rechazar el proyecto de retrasar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años, según el secretario general del sindicato CGT, Philippe Martínez.

"Si la Primera Ministra no ha escuchado el mensaje, hoy se lo diremos más alto, más fuerte y más numeroso", dijo Martínez.

Las autoridades han desplegado hasta 11.000 agentes por todo el país ante el temor de que pequeños grupos de radicales violentos puedan desencadenar disturbios.

Los sindicatos franceses buscan mantener el pulso contra la impopular reforma de las pensiones del presidente liberal Macron, que, tras perder la batalla de la opinión pública, espera lograr el apoyo parlamentario.

Casi dos semanas después de sacar a la calle a más de un millón de personas, según las autoridades, los opositores esperan muchos más manifestantes en Francia, donde el rechazo a la actual reforma se abre paso en la opinión pública.

Los estudiantes también se manifestaron en algunas ciudades, y los sindicatos de profesores han pronosticado huelgas del 50% entre los docentes, desde preescolar hasta bachillerato.

La CGT ha anunciado huelgas del 75 al 100% en las refinerías y depósitos de la compañía energética.

La segunda economía de la Unión Europea (UE) vive una nueva jornada de huelga que afecta especialmente al transporte público en París y a los trenes regionales en Francia, así como a la enseñanza pública, donde la mitad de los profesores, desde preescolar a bachillerato, no trabajarán.

La nueva jornada de protesta podría aumentar la tensión en la Asamblea Nacional (cámara baja), que comenzó la víspera el examen en comisión de la reforma y tiene menos de una semana para debatir las 7.000 enmiendas presentadas antes de llegar al pleno del lunes.

Con el rechazo ya anunciado del Frente de Izquierda y la extrema derecha, el Gobierno espera el apoyo del derechista Partido Republicano (LR), cuyos diputados están aumentando sus exigencias a la reforma en varios de los puntos más impopulares.