"Les daremos armas": Zelensky pide a los "amigos" extranjeros que ayuden a proteger a Ucrania

El presidente ucraniano, Volodymyr Zelensky, ha prometido entregar armas a cualquier "amigo del extranjero" que esté dispuesto a ayudar al país en apuros a luchar contra los invasores rusos, para evitar que tomen la capital, Kiev. La invitación de Zelensky llegó el sábado, pidiendo a quienes quisieran ayudar a Ucrania desde el extranjero que vinieran al país y se unieran a la batalla contra Moscú "directamente" y "de forma unida".

También publicó un vídeo desafiante en el que aparecía caminando por las calles de Kiev para desmentir los rumores de desinformación rusa, demostrando que permanecía en la capital dispuesto a luchar. Informes falsos, probablemente procedentes de las campañas de desinformación, han sugerido falsamente que Zelensky huyó del país y planeaba rendirse.

"Todos los amigos de Ucrania que quieran unirse a Ucrania para defender el país, por favor, vengan, les daremos armas", dijo en un nuevo discurso al mundo, añadiendo que sus tropas seguían frenando el avance de los vehículos blindados y tanques rusos que se adentraban en la ciudad.

Advirtió al mundo de que Rusia intentaría "asaltar" Kiev el sábado por la mañana, y pidió al pueblo que "se mantuviera firme" contra los invasores. Rechazó la oferta de los funcionarios estadounidenses de ayudar a evacuarlo del país, y en su lugar prometió quedarse y luchar junto a sus compatriotas.

El llamado a las armas de Zelensky se produce en medio de especulaciones sobre la posibilidad de que las fuerzas rusas tomen pronto Kiev, y tras las 50 explosiones que sacudieron la ciudad mientras sus habitantes se trasladaban bajo tierra a las estaciones de metro de la ciudad para protegerse. Las imágenes publicadas recientemente muestran nuevas escenas de graves daños en las afueras del suroeste de Kiev, donde dos misiles rusos impactaron anteriormente.

Informes del Ministerio de Defensa del Reino Unido indican que "el grueso de las fuerzas rusas" se encuentra a unos 19 kilómetros del centro de la capital, mientras los militares de Putin "continúan su avance" hacia Kiev, a pesar de la promesa inicial del presidente ruso Vladimir Putin de no dañar a los civiles.

Hasta la fecha, han muerto al menos 137 y quizás hasta 644 ucranianos.

El ministro ucraniano de Asuntos Exteriores, Dmytro Kubela, acusó este viernes en Twitter a la Federación Rusa de "crímenes de guerra" y de violar el Estatuto Internacional de Roma después de que bombardeara un orfanato y una guardería en Volzel, una zona a las afueras de Kiev.

"Los ataques rusos de hoy contra un jardín de infancia y un orfanato son crímenes de guerra y violaciones del Estatuto de Roma. Junto con la Fiscalía General estamos recopilando este y otros hechos, que enviaremos inmediatamente a La Haya. La responsabilidad es inevitable".

Zelensky y sus tropas están tomando medidas para intentar frenar a los invasores rusos, retirando las señales de las calles para confundirlos e instituyendo un toque de queda de 5 de la tarde a 8 de la mañana para ayudar a identificar a los soldados de Putin que puedan cruzar el perímetro de la ciudad.

El alcalde de Kiev advirtió a los ciudadanos que "todos los civiles que estén en la calle durante el toque de queda serán considerados miembros de los grupos de sabotaje y exploración del enemigo". Mientras tanto, Zelensky ha seguido reuniendo el ejército de voluntarios de su país reclutando a todos los varones sanos de 18 a 60 años y prohibiéndoles salir de Ucrania.

Los ucranianos reaccionaron positivamente al decreto de Zelensky, ya que muchos hombres y mujeres se unieron, acudiendo a las armerías de las ciudades para recoger fusiles de asalto mientras armaban cócteles molotov con bombas de gasolina, lanzándolos contra las columnas blindadas rusas que avanzaban. Los medios de comunicación ucranianos revelaron imágenes del centro de Kiev con una autopista central encendida en llamas, resultado de la guerra de los ciudadanos contra los invasores rusos.

A pesar de las proyecciones militares occidentales de que Rusia tomaría el país prácticamente de la noche a la mañana y de que Kiev, Zelensky y su pueblo han logrado frustrar a los rusos, se ha informado de que hasta 2.800 soldados rusos han muerto, con 80 tanques inutilizados y 516 vehículos blindados destruidos como resultado de la resistencia de los ucranianos. 

El Secretario del Consejo de Seguridad Nacional y Defensa de Ucrania declaró que el ejército del país tenía el "control" de la capital asegurando al mundo que "estamos deteniendo a la horda utilizando todos los medios disponibles... Sabemos que no han hecho los progresos que querían, especialmente en el norte. Se han visto frustrados por lo que han visto es una resistencia muy decidida", dijo el funcionario. "Eso les ha frenado".