Julian Assange se casará en la cárcel

El próximo 23 de marzo el fundador de Wikileaks, Julian Assange celebrará su boda en la cárcel de Belmarsh, al este de Londres. El australiano de 50 años, contraerá matrimonio con su prometida desde hace más de siete años, la abogada sudafricana Stella Moris, de 38 años, con la que tiene dos hijos, según se supo hace unos meses.

La noticia la ha confirmado la propia Moris, explicando que están “obviamente muy emocionados, a pesar de que las circunstancias son muy restrictivas”. A la boda, según se conoció solo han permitido cuatro invitados: dos testigos, que serán sus dos hijos, Gabriel, de cuatro años y Max, de tres, y dos guardias de seguridad, según explica la agencia en su nota.

Según el diario Daily Mail, se ha conocido que ambos contrayentes vestirán con la marca de Vivienne Westwood, diseñadora británica que ha sido fiel apoyo del preso. La novia llevará un vestido tradicional mientras que él lucirá un kilt que busca honrar sus raíces escocesas. La ceremonia será civil y después habrá un breve responso católico en la misma sala. Según ha contado Moris a ese mismo medio, se les ha prohibido utilizar la capilla. “Creo que pretenden que Julian desaparezca del ojo público”, ha comentado la abogada. “Me parece que este es un intento de recordarle, en el día de su boda, que su vida está siendo interrumpida de forma innecesaria”.

Además, Moris ha explicado en sus entrevistas que ambos han pedido que acuda también un fotógrafo, aunque no están seguros que se les concederá. “Sigue habiendo interferencias injustificadas en nuestros planes. Tener un fotógrafo durante una hora tampoco es una petición tan irracional”, ha lamentado la letrada. “Julian espera ansioso la boda porque finalmente va a llevarse a cabo, muchos meses después de que hiciéramos la petición”, ha asegurado la novia. “Está detenido en nombre de una potencia extranjera y no ha sido acusado de nada, lo que es completamente vergonzoso”.

El fundador de Wikileaks lleva casi una década privado de libertad, primero en la embajada de Ecuador en Londres y, desde hace casi tres años, en una prisión londinense. El australiano está acusado por Estados Unidos de varios delitos contra la seguridad nacional, un total de 18 cargos, entre ellos presuntos delitos de conspiración y espionaje, y que podrían suponerle una pena de hasta 175 años de cárcel.