Dramas de familia: La realeza británica no es la única donde los "escándalos de telenovela" están a la orden del día

Es justo decir que hoy en día el mundo sabe mucho más sobre el pene del duque de Sussex que hace un mes. Desde la muerte de la reina Isabel II y el ascenso al trono del rey Carlos III en septiembre, "la firma"—como se le conoce extraoficialmente a la familia real británica— no solo ha tenido que lidiar con una importante reorganización de su administración. En una serie de Netflix y sus nuevas y controversiales memorias, el príncipe Harry ha estado lanzando al dominio público un flujo casi constante de explosivas revelaciones, aireando detalles personales íntimos, así como acusaciones de traición familiar tras bambalinas en el palacio de la Casa de Windsor.

Pero el Reino Unido no posee el monopolio de los dramas "telenovelescos" de la realeza. He aquí, otras cuatro monarquías desordenadas que también se han visto involucradas últimamente con temas de disfunción familiar, desorganización y gran dramatismo propio.

Noruega: Princesa "chamana" con poderes sobrenaturales

En noviembre pasado hubo olas en Noruega cuando la princesa Martha Louise renunció a sus deberes reales para concentrarse en su negocio de medicina alternativa con su prometido, Durek Verrett, un famoso chamán cuyos clientes incluyen a Selma Blair y Nina Dobrev. Fue la última de una serie de controversias derivadas de la relación de la princesa con Verrett, quien sugirió en su libro de 2019, "Spirit Hacking", que el cáncer era una opción.

El autodenominado "chamán de sexta generación" también vende un medallón "Spirit Optimizer" en su sitio web que, según afirma, lo ayudó a recuperarse de Covid-19. Por su parte, Martha Louise ha sugerido con frecuencia que puede comunicarse con animales y ángeles.

Dinamarca: Una reina implacable

Se ha hablado mucho en Gran Bretaña en los últimos años sobre una posible reestructuración de la monarquía que reduciría el número de miembros de la realeza que trabajan. En septiembre, los daneses realmente lo hicieron.

La reina Margarita II de Dinamarca anunció que había "descontinuado" los títulos reales para los hijos de su segundo hijo, el príncipe Joachim, lo que significa que sus nietos en esa línea, Nikolai, 23; Félix, 20; Enrique, 13; y Athena, 10, no serían príncipes ni princesas. La "sacó ronchas" familiares en el proceso, lo que provocó una saga de polémicas y "trapos sucios" que se ventilaron en los medios de comunicación daneses.

“Todos estamos muy tristes”, dijo el príncipe Joachim al tabloide danés Ekstra Bladet. “Nunca es divertido ver a tus hijos siendo maltratados así. Se les ha puesto en una situación que no entienden”. El príncipe dijo que solo le habían dado cinco días para contárselo a sus hijos. Su hijo mayor, Nikolai, agregó: “Estamos conmocionados por esta decisión. Estoy muy confundido sobre por qué tiene que suceder así”.

En octubre, la reina admitió que había “subestimado” el impacto de su elección, pero dijo que su decisión había tardado “en llegar” y que se tomó de acuerdo con sus valores como “reina, madre y abuela”.

“Es mi deber y mi deseo como reina asegurar que la monarquía siempre se adapte a los tiempos”, dijo en un comunicado. “A veces, esto significa que se deben tomar decisiones difíciles, y siempre será difícil encontrar el momento adecuado”.

Tailandia: Esposas y amantes a granel, y un perro con puesto oficial en la corte 

El rey Maha Vajiralongkorn de Tailandia no es un gobernante convencional, al menos según los estándares contemporáneos. El rey, que fue coronado oficialmente en 2019, dos años y medio después de acceder al trono tras la muerte de su padre, se ha casado cuatro veces y ha cortejado públicamente a innumerables amantes. Cuando era príncipe heredero, nombró a su caniche mascota Foo Foo para el papel de "mariscal en jefe del aire" y celebró cuatro días de ritos funerarios budistas cuando el caniche murió en 2015, según The Guardian. Luego está la afición del rey de 70 años por usar blusas cortas y tatuajes de transferencia, que ha usado en numerosos paseos durante la pandemia en Alemania, donde pasa la mayor parte de su tiempo.

Los chalecos que dejan al descubierto el vientre se han convertido en la prenda elegida por muchos jóvenes manifestantes tailandeses a favor de la democracia en las manifestaciones de los últimos años. Sus demandas incluyen limitar los poderes de un rey que se ha convertido en el monarca más rico del mundo, en parte acumulando el control personal de unos 43,000 millones de dólares en activos reales en 2018 que históricamente fueron supervisados ​​por una agencia destinada a administrar el dinero en beneficio de el pueblo tailandés.

España: Negocios turbios, cacerías africanas y aventuras extramatrimoniales

En mayo del año pasado, Juan Carlos I, el exrey de España, regresó a suelo español por primera vez en casi dos años, lo que generó titulares en todo el país que había gobernado durante casi cuatro décadas.

Juan Carlos, quien abdicó en 2014, se mudó a Abu Dhabi en 2020 después de que los investigadores de fraude alegaron que había recibido alrededor de $100 millones en sobornos en relación con un contrato de trenes de alta velocidad en Arabia Saudita que se adjudicó a un consorcio español. Los fiscales suizos abandonaron el caso, pero estuvo lejos de ser la primera controversia en empañar a un monarca conocido por su lujoso estilo de vida, incluido un viaje de caza de elefantes que tuvo lugar en medio de la crisis financiera, y una serie de aventuras extramatrimoniales. Su predilección por los negocios turbios —compartida por el esposo de su hija menor— ha empañado la opinión pública de la monarquía española, a pesar de los mejores esfuerzos del rey Felipe VI; su esposa, la reina Letizia; y sus dos hijas adolescentes.

Después de haber sido vistos juntos en público por última vez en septiembre, en el funeral de la reina Isabel, los dos reyes españoles, padre e hijo, asistieron el lunes al funeral de Constantino II, el último rey de Grecia.