Coronavirus
Senador Rubio califica de racistas las decisiones de la FDA sobre los tratamientos contra la Covid-19
Rubio envió la carta el 11 de enero criticando la decisión de la agencia
Enero 14, 2022 12:24am
Updated: Enero 15, 2022 9:54am
El senador floridano Marco Rubio le envió una carta a la comisionada interina de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) Janet Woodcock, el 11 de enero, haciendo una encendida crítica a la decisión de la agencia que establece que la raza y la etnia son el factor que determina quiénes reciben tratamientos monoclonales y antivirales orales contra el COVID-19.
Rubio, de manera categórica, expresa en su misiva el carácter racista de la guía de la FDA, cuando dice: “Racionar los tratamientos farmacológicos que salvan vidas en función de la raza y el origen étnico es racista y antiestadounidense”.
La directriz de la FDA discrimina a los blancos, convirtiéndolos en ciudadanos de segunda ante la emergencia médica del COVID-19. Para la FDA, todos los grupos étnicos no blancos tienen que recibir los tratamientos antes de que lo reciba cualquier persona de la raza blanca. Todo bajo un supuesto médico de que son grupos de alto riesgo.
En su carta, Rubio arremete contra la acción de la FDA y las motivaciones políticas del Partido Demócrata, cuando dice que los demócratas buscan “dividir aún más a Estados Unidos en función del color de nuestra piel”.
Rubio aseguró que “Todos los que están en alto riesgo deberían tener una oportunidad justa en el creciente arsenal de terapias COVID-19 de nuestra nación (…) solo en factores de alto riesgo establecidos médicamente, como la obesidad, el embarazo, el cáncer, la diabetes y las enfermedades respiratorias cardiovasculares, no solo en la raza o etnia”.
La carta completa de Rubio la puede leer a continuación:
Estimada comisionada interina Woodcock:
“Escribo con respecto a la guía reciente de la Administración de Drogas y Alimentos de los EE. UU. (FDA) para los proveedores de atención médica que describe qué pacientes deben tener prioridad para recibir tratamientos contra el COVID-19, y el intento de los demócratas de incluir la raza y el origen étnico de un individuo como un factor principal para recibir tratamiento.
Una hoja informativa para proveedores de atención médica que usan el anticuerpo monoclonal Sotrovimab establece que la raza y el origen étnico pueden considerarse 'condiciones médicas o factores [que] también pueden poner a los pacientes individuales en alto riesgo de progresión a COVID-19 grave...' Como resultado, algunos departamentos de salud estatales, incluido el Departamento de Salud de Nueva York, han seguido el ejemplo al establecer criterios basados en la raza para administrar otros tratamientos de COVID-19.
Su aviso del 27 de diciembre de 2021 indicó que los medicamentos antivirales orales deben administrarse a pacientes que "tienen una afección médica u otros factores que aumentan el riesgo de una enfermedad grave". La raza no blanca o la etnia hispana/latina deben considerarse un factor de riesgo, ya que las desigualdades sociales y de salud sistémicas de larga data han contribuido a un mayor riesgo de enfermedad grave y muerte por COVID-19.
Si bien nuestra nación debe buscar comprender mejor y abordar las disparidades reales que existen en los resultados de salud, ese importante trabajo está muy lejos del racionamiento de medicamentos vitales en función de la raza y el origen étnico. Racionar los tratamientos farmacológicos que salvan vidas en función de la raza y el origen étnico es racista y antiestadounidense. No hay otra manera de decirlo.
Los proveedores de atención médica deben centrarse en las afecciones médicas individuales que, según las investigaciones, ponen a los pacientes en mayor riesgo. Los factores apropiados incluyen personas de 65 años o más, obesos, embarazadas, quienes padecen enfermedad renal crónica, cáncer, diabetes, enfermedad cardiovascular, enfermedad respiratoria y otras afecciones. La investigación médica ha documentado durante mucho tiempo que muchas de estas comorbilidades afectan desproporcionadamente a las personas de color. Por lo tanto, al priorizar el historial médico de una persona, los proveedores de atención médica garantizarían que las minorías raciales con mayor riesgo de enfermedad, incluidos todos los demás pacientes de alto riesgo, puedan recibir estos medicamentos que salvan vidas.
Esta última acción ilustra cuán lejos están dispuestos a llegar los demócratas “despiertos” en su búsqueda para dividir aún más a Estados Unidos en función del color de nuestra piel. La raza o el origen étnico de uno no debe ser el factor determinante que decida si vive o no. Todos los que están en alto riesgo deberían tener una oportunidad justa en el creciente arsenal de terapias COVID-19 de nuestra nación.
Hago un llamado a la FDA para que actualice de inmediato su guía para priorizar a los pacientes en función de su historial médico y no de su raza o etnia. Además, insto a la FDA a que notifique a todos los departamentos de salud estatales para que hagan lo mismo.
Gracias por su atención a este problema, y espero su pronta resolución de este asunto.