Republicanos afirman que políticas de Biden hacen daño "intencionalmente" a Estados Unidos

El congresista Jim Jordan nunca ha tenido pelos en la lengua. Así que cuando se le cuestionó sobre la causa de que el presidente Joe Biden esté dispuesto a arriesgar que los niños pierdan sus almuerzos escolares subvencionados por el gobierno federal para obligar a las escuelas a adoptar nuevas agendas LGBTQ+, el republicano de Ohio dio una respuesta mordaz.

"No tiene sentido. Eso da muestra de que todo es intencionado", comentó a Just the News durante una entrevista el viernes en el podcast John Solomon Reports.

Después de más de un año de atacar a Biden, a quien califican como un comandante en jefe torpe, incompetente, propenso a los traspiés, a divagar hasta perderse e incluso de tener problemas mentales, los republicanos han cambiado de táctica a medida que se acercan las elecciones de mitad de mandato que determinarán el control del Congreso estadounidense.

Ahora, los rasgos más impopulares del actual panorama estadounidense -los altos precios de la gasolina y los alimentos, los mandatos transgénero y la frontera abierta, entre otros- se muestran implacablemente como parte de las políticas deliberadas del presidente y los demócratas para afectar al país.

"La apertura de la 'frontera' no es un accidente. Es algo deliberado. No es un signo de incompetencia. Es un reflejo de la implacable intención [de Biden] de destruir la 'frontera' del sur", escribió el columnista y miembro del London Center Deroy Murdock en una columna del fin de semana del Día de los Caídos.

Después de que la administración de Biden cancelara los arrendamientos de perforación en el Golfo y bloqueara la exploración energética en una zona rica en petróleo de Alaska, los precios del gas y del petróleo subieron casi a diario durante dos semanas seguidas.

La portavoz del expresidente Donald Trump dio una breve explicación de los resultados de esas medidas: "Es algo deliberado", declaró Liz Harrington.

En el mismo sentido, el jefe de la minoría de la Cámara de Representantes, Steve Scalise, expuso en una reciente declaración que Biden aprobó un oleoducto para Rusia pero bloqueó uno para Estados Unidos.

"No es que esté en contra de todos los oleoductos. Como mis colegas han señalado, él aprobó el oleoducto de Rusia, el Nord Stream 2, que se construye sobre el Nord Stream 1, el cual estaba suministrando petróleo ruso a partes de Europa. Podríamos haber estado allí para proporcionar todo el petróleo y el gas que Europa necesita. Y en lugar de eso, Biden cerró las puertas aquí y brindó una ventaja a Putin", afirmó Scalise.

"La gente lo entiende. Como dijo [la presidenta de la Conferencia del GOP, Elise Stefanik], 'El pueblo estadounidense es más inteligente de lo que Joe Biden le atribuye'. Saben que son las políticas de Biden -políticas energéticas antiestadounidenses- las que han llevado a esta escalada de precios en el surtidor, donde cuesta más de 150 dólares, en algunos casos, llenar el tanque del coche", según Scalise.

Cuando los republicanos sugirieron por primera vez que el plan energético de Biden tenía la intención obligar a los estadounidenses a utilizar energías limpias y autos eléctricos, los principales medios de comunicación lo tacharon como una teoría conspiratoria. Pero entonces Biden y la vicepresidenta Kamala Harris hicieron declaraciones en las que sugerían que los altos precios eran parte de una transición intencionada.

"En lo que respecta a los precios del gas, estamos atravesando una increíble transición que, si Dios quiere, cuando termine, nos hará más fuertes. El mundo será más fuerte y dependerá menos de los combustibles fósiles", expresó el presidente durante un viaje a Tokio a finales del mes pasado.

Harris insistió en la misma idea. "Nuestro sector del transporte ha llegado a un punto de inflexión. Todos estamos en medio de un punto de inflexión. Disponemos de la tecnología necesaria para pasar a una flota de emisiones cero. Nuestra administración - juntos, todos nosotros - está trabajando para hacer realidad esa posibilidad", comentó recientemente la vicepresidente.

Ahora, incluso las páginas de opinión del Washington Post están dispuestas a publicar artículos donde se asevera que los altos precios de la gasolina son parte del plan de Biden para fomentar la transición hacia energías limpias.

En la entrevista del viernes, Jordan consideró que Biden y su secretaria del Tesoro, Janet Yellen, engañaron intencionadamente al pueblo estadounidense, haciéndole creer que la inflación es una etapa transitoria, a fin de que los demócratas puedan alcanzar todos sus objetivos de gasto federal y apenas ahora admiten la verdad.

"Janet Yellen dijo esta semana: 'Nos sorprendió que tuviéramos este tipo de inflación. Realmente no lo vimos venir'. Pero yo digo: ¿cómo que no lo vieron venir? Gastaron como locos. Pagaron a la gente para que no trabajara y provocaron que el costo de la energía se elevara. Y de alguna manera se sorprende de que ahora tengamos un nivel de inflación récord. Es imposible que sea tan estúpida. El hecho de que ella diga eso sólo refuerza lo que yo ya creía desde hace tiempo... esto es algo intencional", acusó Jordan.

Deliberado e intencional: dos palabras que los republicanos pronunciarán mucho más cuando defiendan que los actuales problemas que afectan a Estados Unidos no son un accidente, sino parte del plan diseñado por Joe Biden.