Renuncia directora del Servicio Secreto tras reconocer que el atentado contra Trump fue un "fallo operativo"

La directora del Servicio Secreto de EEUU, Kimberly Cheatle, renunció a su cargo este martes, tras reconocer el lunes, ante el Congreso, las graves fallas de seguridad en el atentado contra el expresidente Trump durante un mitin en Pensilvania. El Servicio Secreto reconoció que años atrás Cheatle rechazó algunas solicitudes de la campaña de Trump para aumentar la seguridad en sus eventos.

La directora del Servicio Secreto declaró el lunes que el intento de asesinato del expresidente Donald Trump fue el “fallo operativo más significativo” de la agencia en décadas.

La renuncia se produce mientras los legisladores y un organismo de control interno del gobierno avanzan con las investigaciones sobre el manejo de la protección de Trump por parte de la agencia y sobre cómo un hombre armado pudo haber matado al candidato presidencial republicano de 2024 en el mitin en Pensilvania este mes.

Al respecto, el presidente de la Cámara, Mike Johnson, dijo a los periodistas que la renuncia estaba “atrasada”.

"Ahora tenemos que recoger los pedazos", indicó Johnson. “Tenemos que reconstruir la fe y la confianza del pueblo estadounidense en el Servicio Secreto como agencia. Tiene una responsabilidad increíblemente importante en la protección de presidentes, expresidentes y otros funcionarios del poder ejecutivo, y tenemos mucho trabajo por hacer”.

Luego del atentado a Trump se produjeron llamados bipartidistas en el Congreso para que Kimberly Cheatle renunciara; incluso, los legisladores republicanos han presionado para someterla a juicio político. Los legisladores estaban particularmente indignados después de su aparición el lunes para un testimonio público ante el Comité de Supervisión de la Cámara de Representantes, en el cual no estaba dispuesta a responder muchas de las preguntas del comité.

Durante su aparición en la Cámara de Supervisión, Cheatle reconoció que hubo problemas “significativos” y “colosales” con la seguridad en la manifestación, pero aun así rechazó las demandas de su renuncia.

“El 13 de julio fracasamos”, expresó Kimberly Cheatle ante la Comisión de Supervisión de la Cámara de Representantes, donde la funcionaria asumió toda la responsabilidad por los errores de la agencia relacionados con el ataque en el mitin de Trump en Pensilvania.

Fue esa la primera aparición de Cheatle ante los legisladores desde el tiroteo del 13 de julio, que dejó a un espectador muerto. Trump resultó herido en la oreja y otros dos asistentes resultaron heridos después de que Thomas Matthew Crooks disparara desde un edificio cercano.

Los legisladores han expresado su enojo por el modo en que el atacante pudo acercarse tanto al candidato presidencial republicano cuando se suponía que debía estar cuidadosamente vigilado. Esta ha sido la más reciente de entre una serie de fallas de seguridad de la agencia que han generado investigaciones y escrutinio público a lo largo de los años.

Las autoridades han estado buscando pistas sobre lo que motivó a Crooks, pero hasta ahora no han encontrado ninguna inclinación ideológica que pueda ayudar a explicar sus acciones. Los investigadores que registraron su teléfono encontraron fotos de Trump, Biden y otros altos funcionarios del gobierno, y también descubrieron que el agresor había buscado las fechas de la Convención Nacional Demócrata, así como las apariciones de Trump.