Política
Primer oficial transgénero del Ejército es acusado de tratar de entregar registros de EEUU a Rusia
Identificarse con un sexo diferente al del certificado de nacimiento incapacitaba a un soldado para el servicio militar
Septiembre 29, 2022 3:57pm
Updated: Septiembre 29, 2022 6:28pm
El primer oficial transgénero del Ejército estadounidense y su esposa, ambos médicos, fueron acusados por un gran jurado federal el jueves por presuntamente tratar de entregar información médica confidencial robada a Rusia en un esfuerzo por apoyar su invasión a Ucrania.
Al comandante Jamie Lee Henry se le concedió una solicitud para cambiar oficialmente su nombre de acuerdo con su preferencia de género en 2015. Antes de Henry, identificarse como un sexo diferente al que figuraba en el certificado de nacimiento convertía a un soldado en no apto para el servicio militar, lo que justificaba su baja, según la National Review.
Henry tiene una habilitación de seguridad de nivel secreto y trabajaba como internista de plantilla en Fort Bragg, sede del XVIII Cuerpo Aerotransportado del Ejército, cuartel general del Mando de Operaciones Especiales del Ejército de los Estados Unidos, y del Centro Médico del Ejército Womack, según un comunicado de prensa emitido por el Departamento de Justicia.
Su esposa, Anna Gabrielian, trabajaba como anestesista en la escuela de medicina Johns Hopkins, denominada "Institución Médica 1" en la acusación, la cual se encuentra en Baltimore, Maryland. La pareja reside en la cercana Rockville, a unos 24 kilómetros al norte de Washington D.C.
La acusación de ocho cargos señala a Gabrielian y Henry de conspirar para causar daño a Estados Unidos al presuntamente entregar a Rusia información sanitaria confidencial de estadounidenses relacionados con el gobierno y el Ejército de Estados Unidos desde sus lugares de trabajo.
En la acusación también se describe un incidente concreto ocurrido en agosto, en el cual las autoridades alegan que la pareja robó historiales médicos de Fort Bragg y Johns Hopkins para presuntamente entregarlos a una persona que creían colaboraba con el gobierno ruso. El objetivo era demostrar su acceso a la información sanitaria identificable individualmente, o IIHI, y su voluntad de proporcionarla a Moscú.
Sin embargo, el individuo con quien se reunían era un agente encubierto del FBI. Gabrielian se reunió primero con el agente, a quien afirmó que estaba motivada por el "patriotismo hacia Rusia" para proporcionar cualquier ayuda que pudiera, incluso si eso significaba ser despedida o ir a la cárcel, y se ofreció a ponerlo en contacto con su marido, una fuente más importante debido a su posición en el Ejército de Estados Unidos y su autorización de seguridad.
Gabriellian y Henry se reunieron con el agente encubierto en varias ocasiones para discutir su compromiso con la causa y el tipo de información privada que podían proporcionar. En una de las reuniones, Henry admitió que había estudiado la posibilidad de enlistarse en el Ejército ruso, aunque fue descalificado por su falta de "experiencia de combate".
"Tal como yo veo, lo que sucede ahora en Ucrania es que Estados Unidos utiliza a los ucranianos como representantes de su propio odio hacia Rusia", añadió Henry.
En su reunión final, la pareja proporcionó múltiples historiales médicos al agente del FBI, incluido uno sobre el cónyuge de un empleado de la Oficina de Inteligencia Naval, de quien Gabrielian señaló que tenía una condición médica que Rusia podría "explotar".
Si son condenados, Grabriellian y Henry se enfrentan cada uno a una pena máxima de cinco años en una prisión federal por la conspiración, así como a una condena de hasta 10 años de prisión federal por cada cargo de divulgación de IIHI.