Los casos de ómicron reportados en diciembre se consideran leves, según los CDC

Al menos 22 estados de Estados Unidos reportaron casos de COVID-19 asociados a la variante ómicron durante los primeros ocho días de diciembre, según los datos publicados el viernes por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés).

Casi todos los 43 casos notificados en ese mes se consideraron leves, y los CDC confirmaron una hospitalización y ninguna muerte, informó The Hill.

Si bien Estados Unidos confirmó su primer caso de ómicron en California la semana pasada, los CDC dijeron que al menos un paciente que viajó al extranjero desarrolló los síntomas el 15 de noviembre, lo que indica que la variante pudo haber estado en Estados Unidos más tiempo del que se cree.

Fenómenos similares se han producido en todo el mundo a medida que los gobiernos luchan por evitar la propagación de la nueva cepa. Aunque Perú aún no confirma un caso de la variante ómicron, un viajero japonés que regresaba a su país desde Perú dio positivo a la cepa.

Casi el 80% de los pacientes que dieron positivo a la ómicron estaban totalmente vacunados y el 14% había recibido una dosis adicional o de refuerzo. Un tercio de los infectados había viajado al extranjero en los 14 días siguientes a la aparición de los síntomas o al resultado positivo.

La mayoría de los infectados tenían entre 18 y 39 años.

Los investigadores de los CDC advirtieron que los síntomas leves no significan que los gobiernos deban bajar la guardia, señalando que "aunque la mayoría de las infecciones sean leves, una variante altamente transmisible podría dar lugar a suficientes casos como para sobrecargar los sistemas de salud”.

La variante delta sigue considerándose la cepa más prevalente en Estados Unidos, ya que representa el 99,9% de los casos notificados la semana pasada. 

En su informe, los CDC instaron al país a seguir utilizando estrategias de prevención que van desde la vacunación, el enmascaramiento, ventilación mejorada, las pruebas, la cuarentena y el aislamiento para frenar la propagación del COVID-19.