Política
La historia detrás de la celebración del primero de mayo: violencia, bombas y muertes
Los sindicatos han sido, por lo general, a lo largo de la historia, feudos de agitadores de todo tipo de ideologías: socialistas, anarquistas, comunistas, y hasta mafiosos.
Mayo 1, 2023 4:54pm
Updated: Mayo 1, 2023 6:01pm
Los sindicatos han sido, a lo largo de la historia, feudos de agitadores de todo tipo de ideologías: socialistas, anarquistas, comunistas, y hasta mafiosos.
La celebración del primero de mayo como día internacional de los trabajadores está marcado por violentos hechos de sangre, que tienden a olvidarse.

En su primer congreso en 1886, la Federación Estadounidense del Trabajo había convocado a una huelga general en Chicago el 1 de mayo. Buscaban el establecimiento de una jornada laboral de 8 horas, pero esta demanda legítima de los obreros terminó el 4 de mayo en Haymarket Square, con un acto que hoy calificaríamos como “salvaje terrorismo”, cuando supuestamente el dirigente sindical anarquista-comunista Rudolph Schnaubelt le tiró una bomba a la policía, matando a 6 agentes e hiriendo a otros 60, en un acto sin sentido, que provocó una reacción violenta de parte de las fuerzas del orden, que dejó un saldo de 38 personas muertas y unos 100 heridos.
Ocho personas que se definían como anarquistas y comunistas fueron enjuiciadas por los hechos. De ellos 5 fueron condenadas a muerte y tres fueron encarcelados. Uno de los condenados a muerte, ante de que se ejecutara la sentencia, se quitó la vida. Luego, la narrativa de la izquierda, que ha sido desde la Revolución Francesa y su guillotina, una ideología violenta y sanguinaria, convirtió a los sediciosos en héroes. Desde entonces, Michael Schwab, Louis Lingg, Adolh Fisher, Samuel Fielden, Albert R. Parsons, Hessois Auguste Spies, Oscar Neebe y George Engel son conocidos como “Los mártires de Chicago”.
Y a pesar de que la prensa de aquella época se opuso a las manifestaciones, con el paso del tiempo, esa misma prensa quiso desacreditar el juicio y reivindicar a los acusados.
En el juicio, la tesis de la fiscalía fue que “Lingg hizo la bomba, Spies encendió la mecha con una cerilla, mientras estaba de pie en el callejón que daba a la plaza Haymarket , y que Schnaubelt lanzó la bomba a las filas de la policía”. Aunque los testimonios de al menos dos de los testigos que identificaron a Schnaubelt fueron contradictorios, en el juicio se halló culpables a los encausados.
Nunca se pudo validar con exactitud que Schnaubelt fuera quien lanzara la bomba, pero hasta hoy se le considera como la persona quien supuestamente lo hizo.
Schnaubelt había sido liberado accidentalmente luego de su arresto y desapareció de Chicago, y nunca pudo ser arrestado. La policía lo arrestó el 7 de mayo, pero lo liberó, a pesar de que éste les dijo que había estado en el carro de los oradores durante la manifestación de Haymarket. Su hermana Maria estaba casada con Michael Schwab.
Al igual que William Seliger, Schnaubelt fue finalmente acusado junto con los 8 hombres que fueron juzgados por el asesinato de Matthias Degan. Seliger evitó el procesamiento testificando a favor del Estado.
Schnaubelt era miembro militante del grupo anarquista North Side. Nació en Bohemia, Alemania, en 1863, y emigró a Estados Unidos sólo dos años antes de Haymarket. Pero empezó a participar activamente en el movimiento anarquista de inmediato.
Algunas fuentes aseguran que Schnaubelt abandonó Estados Unidos y cruzó a Canadá. Luego se fue a Inglaterra, ayudado por la comunidad anarquista. Y posteriormente emigró a Argentina, donde se convirtió en un próspero hombre de negocios, que vivió hasta bien entrado el siglo XX.
La prensa en todo el mundo generalmente no habla de la enorme cantidad de sangre que corrió por las calles de Chicago ni recuerda a Schnaubelt y a sus compañeros, como autores de un acto criminal terrorista, que es lo que en realidad está detrás de la celebración del 1 de mayo, según los estándares actuales.
Tampoco dice que los que consideran “mártires” no eran verdaderos obreros: Spies era considerado "un talentoso escritor que hablaba con fluidez inglés, alemán y francés". Parsons era un impresor y editor, líder del Partido Socialista Obrero, y editor de The Alarm, la versión inglesa del Arbeiter-Zeitung. Schwab era de oficio encuadernador, pero en realidad era editor del Arbeiter-Zeitung y líder del Partido Socialista Obrero . Neebe era un empresario, pues era uno de los dueños de una empresa de levadura. Fisher era impresor y jefe de redacción del Arbeiter-Zeitung, y líder de la facción autonomista del movimiento obrero socialista. Engel era dueño de una juguetería y un líder radical de la facción autonomista del movimiento obrero socialista. Fielden era su propio jefe, pues era propietario de un camión que manejaba para transportar mercancía. Y era el tesorero del Grupo Americano, una facción de la Asociación Internacional de Trabajadores. Lingg había aprendido el oficio de carpintero, pero al parecer en los pocos meses que llevaba viviendo en Estados Unidos vivía de vender armas, y era extremadamente militante. "Junto con William Seliger fabricó entre 30 y 50 bombas el día los sangrientos sucesos de Haymarket. El 6 de noviembre de 1887, menos de una semana antes de su ejecución programada, se encontraron cuatro bombas en la celda de Lingg. Esto hizo temer una fuga o un atentado. El 10 de noviembre de 1887, el día antes de su ejecución programada, Lingg supuestamente introdujo de contrabando cartuchos de dinamita en su celda y los mordió, destrozándose la mandíbula y suicidándose".
Los socialistas, por su parte, han defendido la tesis de que Lingg fue asesinado por sus carceleros y que en realidad todos los hechos y el juicio fue una farsa montada entre los empresarios y la policía de Chicago para neutralizar la fuerza del movimiento sindical.
Al mismo tiempo, la izquierda ha intentado desacreditar los libros escritos sobre los sucesos de Haymarket Square , entre ellos "La conspiración de Haymarket: Redes anarquistas transatlánticas" de Timothy Messer-Kruse.
Por eso, en Estados Unidos, el Día del Trabajo o “Labor day”, al igual que en Canadá, se celebra en septiembre, en recordación al grupo de trabajadores que estadounidenses que en 1882 organizó el primer lunes de septiembre una gran manifestación pacífica en Nueva York, para exigir mejores condiciones laborales y reconocimiento de sus derechos. Esta manifestación se convirtió en un evento anual, que en 1894 fue declarada por el Congreso de la nación como el Día Nacional del Trabajo.