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Política

Gobernadores republicanos rechazan mandato de vacunación impuesto por Pentágono para la Guardia Nacional

El Pentágono redobló sus esfuerzos cuando se le preguntó por los desafíos individuales de la Guardia Estatal frente a la autoridad federal en relación con el mandato de vacunas.

Diciembre 28, 2021 11:05pm

Updated: Diciembre 29, 2021 3:36pm

Los gobernadores republicanos se resisten cada vez más al mandato de vacunas contra la COVID-19 emitido por el Pentágono. Siete líderes estatales sostienen que las vacunas no pueden imponerse a sus tropas de la Guardia Nacional.

El gobernador de Texas, Greg Abbott, respondió al Pentágono que no tiene autoridad para imponer el controvertido mandato de vacunas a las tropas controladas por el estado. En la línea de Abbott se manifestaron la gobernadora de Iowa, Kim Reynolds, el gobernador de Alaska, Mike Dunleavy, el gobernador de Mississippi, Tate Reeves, el gobernador de Wyoming, Mark Gordon, y el gobernador de Nebraska, Pete Ricketts. El primero en cuestionar la obligatoriedad del mandato de vacunas fue el gobernador de Oklahoma, Kevin Stitt. 

Cinco gobernadores escribieron este mes al secretario de Defensa, Lloyd Austin, diciéndole que las amenazas del Pentágono de castigar a las tropas de la Guardia Nacional que no cumplan con las vacunas están "más allá de su autoridad constitucional y estatutaria".

Austin suscitó controversia en todo el ejército cuando anunció en agosto que todos los miembros de las fuerzas armadas estadounidenses debían vacunarse contra la COVID-19. El secretario de Defensa asignó a cada servicio militar el establecimiento de sus propios plazos de cumplimiento. La fecha más lejana se fijó para la Guardia Nacional y la Reserva del Ejército, teniendo como límite el 30 de junio.

El Pentágono encontró una resistencia inesperada. Desde noviembre Stitt pidió a Austin suspender el mandato de vacunación para los miembros de la Guardia Nacional de Oklahoma.

Al principio, Stitt presentó la petición como un recurso.

"Es irresponsable que el gobierno federal imponga a los guardias nacionales de Oklahoma la obligación de vacunarse, lo que podría limitar el número de personas a las que puedo llamar para ayudar al estado durante una emergencia", escribió el gobernador de Oklahoma a Austin el 1 de noviembre.

"Este mandato viola las libertades personales de muchos habitantes de Oklahoma, ya que les pide que sacrifiquen potencialmente sus creencias personales para no perder sus empleos", escribió Stitt. "Todos nuestros guardias nacionales se toman esta vocación muy en serio. Son ciudadanos patrióticos que están dispuestos a poner sus vidas en juego para proteger a otros en nuestras comunidades durante los momentos de mayor necesidad", concluyó.

Austin se mantuvo firme, insistiendo en que todos los miembros de la Guardia Nacional y de la Reserva deben ser vacunados, bajo la amenaza de que se les prohibiría ejercer y recibir sus salarios.

"No se concederán créditos ni ausencias justificadas a los miembros que no participen en ejercicios, entrenamientos u otros deberes por no estar completamente vacunados contra el COVID-19", escribió Austin en un memorándum dirigido a los secretarios del servicio militar y  a otros líderes.

"Es inconcebible pensar que el gobierno llegue a despojar a estos honorables hombres y mujeres de los principales deberes de la nación si no cumplen", escribió Reynolds, de Iowa, en una declaración del 14 de diciembre. "Protegen las mismas libertades que el gobierno federal (...)"

Dos días después, Abbott también se pronunció en defensa de sus tropas de Texas. El gobernados escribió al Pentágono condenando el mandato de vacunación y declaró que no lo aplicará a la Guardia Nacional de su estado. 

En la carta del 16 de diciembre. Abbott recalcó además a Austin, que está preparado para tomar acciones legales en respuesta a las amenazas federales.

"Como gobernador de Texas, soy el comandante en jefe de la milicia de este estado", escribió Abbott. "En esa calidad" ordenó a su máximo comandante de la Guardia que no aplique el mandato federal.

"Si los guardias no vacunados sufren cualquier consecuencia adversa dentro del estado de Texas, sólo podrán culpar al presidente Biden y a su administración", declaró Abbott. "El estado de Texas no hará cumplir este último mandato de la vacuna contra el COVID-19 para sus guardias", puntualizó.

Abbott respondió a las advertencias del Pentágono: "Si el gobierno federal sigue amenazando con desfinanciar a la Guardia Nacional de Texas, desplegaré todas las herramientas legales de que dispongo como gobernador en defensa de estos héroes americanos."

El portavoz John Kirby insinuó la semana pasada que los más altos niveles de autoridad de la Guardia estatal podrían ser procesados por no hacer cumplir el mandato.

"Esperamos que la cadena de mando de cada miembro de la Guardia, al igual que la cadena de mando en servicio activo de las Fuerzas Armadas... gestione el requisito de la vacuna obligatoria de forma adecuada, y si no lo hacen, entonces también pueden ser juzgados bajo el UCMJ por no obedecer una orden legal", dijo Kirby el 21 de diciembre a los reporteros en el Pentágono.

El mandato de vacunación no es negociable para las personas que sirven en uniforme, dijo Kirby.

"Es una orden legal, vacunarse es un requisito militar válido, y se aplica, como hemos dicho antes, a los miembros de la Guardia Nacional", agregó.

Kirby no especificó si el gobierno planea procesar a los gobernadores. 

La Guardia Nacional no respondió a una solicitud de comentarios.