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Política

Fracasos de Biden preparan terreno para conflictos entre demócratas moderados y progresistas

"Me gusta, pero no soy Bernie Sanders", comentó Biden durante una rueda de prensa el miércoles

Enero 20, 2022 11:13pm

Updated: Enero 21, 2022 3:21pm

El presidente Joe Biden cumple su primer año en el cargo y en su propio partido estallan enfrentamientos entre progresistas y moderados sobre cuestiones y tácticas claves.

A menos de un año de las elecciones de mitad de mandato, Biden no ha conseguido que se aprueben los principales puntos de su programa, como la ley Build Back Better, el derecho al voto y la reforma migratoria. Esto ha frustrado tanto a los demócratas progresistas como a los moderados.

La erosión de su apoyo popular entre los demócratas ha contribuido a una fuerte caída de su índice de aprobación, el cual ha descendido hasta el 33%, según encuestas.

A Biden le preguntaron este miércoles, en la segunda rueda de prensa de su presidencia, por qué intenta encaminar a Estados Unidos hacia la izquierda.

"Bueno, no sé qué consideras 'como demasiado a la izquierda'. Si, de hecho, hablamos de asegurarnos de que teníamos el dinero para la COVID, de asegurarnos de que teníamos recursos para armar el [proyecto de ley] bipartidista de infraestructura, y de proveer cosas que reducirían significativamente la carga de las personas de la clase trabajadora, que tienen que seguir trabajando duro. No sé cómo eso apunta a la izquierda", respondió Biden.

"Ustedes han tratado de convencerme de que soy Bernie Sanders. No lo soy. Me gusta, pero no soy Bernie Sanders. No soy un socialista. Soy un demócrata convencional y lo he sido siempre. Y los demócratas de la corriente dominante me han apoyado abrumadoramente. Si te fijas, 48 de los 50 demócratas me han apoyado en el Senado en prácticamente todo lo que he pedido".

Sanders es el presidente de la Comisión de Presupuestos del Senado y encabezó la elaboración de la legislación Build Back Better de Biden. El legislador independiente de Vermont quería originalmente que el proyecto de ley rondara los 6 billones de dólares. Sin embargo, la legislación se redujo para ayudar a conseguir el apoyo de los demócratas moderados en el Senado, el cual está dividido al 50%.

El Caucus Progresista del Congreso quería que la legislación se vinculara al proyecto de ley de infraestructuras del Senado, de 1,2 billones de dólares, con la intención de garantizar la aprobación del primer proyecto. Al final, la Cámara votó primero la versión del Senado de la ley de infraestructuras, y fue aprobada. Biden se apresuró a promulgarla.

Pero el senador demócrata de Virginia Occidental, Joe Manchin, anunció el mes pasado que votaría en contra de la versión aprobada por la Cámara de Representantes de la ley Build Back Better. Para argumentar su postura citó la inflación -la cual ha alcanzado su nivel más alto en casi 40 años-, y otras preocupaciones sobre el costo de la ampliación del crédito fiscal por hijos.

"He intentado todo lo humanamente posible. No puedo apoyarlo", comentó Manchin.

El ala progresista de su partido expresó su frustración por la decisión de desvincular el proyecto de ley de infraestructuras y la Build Back Better Act.

"Cuando unos cuantos de nosotros en la Cámara advertimos que esto sucedería si los líderes demócratas le daban a Manchin todo lo que quería, en primer lugar, al mover [el Marco Bipartidista de Infraestructura] antes de BBB en lugar de aprobarlo juntos, muchos ridiculizaron nuestra posición. Tal vez nos crean la próxima vez. O quizás la gente siga llamándonos ingenuos", comentó en su cuenta de Twitter la representante demócrata de Nueva York Alexandria Ocasio-Cortez.

Manchin, por su parte, se exasperó cada vez más por la presión que recibió del ala progresista de su partido para que apoyara el programa Build Back Better.

"Sabía dónde estaban, y sabía lo que podían y no podían hacer. Simplemente nunca se dieron cuenta porque pensaron: 'seguro que podemos convencer a una persona, seguro que podemos acosar y golpear a una persona. Seguro que podemos conseguir suficientes manifestantes para hacer que esa persona se sienta lo suficientemente incómoda [como para que] diga: 'Vale, votaré lo que sea, pero déjalo'", indicó a una emisora de radio en Virginia Occidental.

"Soy de Virginia Occidental. No soy de donde ellos son, y no pueden golpear a las personas y pensar que serán sumisos. Punto", recordó Manchin al presentador Hoppy Kercheval.

El miércoles, Biden señaló que apoyará la división de la enorme ley Build Back Better en piezas legislativas más pequeñas, aunque la Casa Blanca aún no ha presentado una propuesta concreta.

"Creo que podemos dividir el paquete, conseguir todo lo que podamos ahora y volver a luchar por el resto más tarde", expresó Biden.

El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, fue cuestionado el miércoles sobre la posibilidad de dividir el megaproyecto de ley. Al respecto, dijo que el Senado tendría que proponer una nueva versión que pudiera ser aprobada con el respaldo de todos los demócratas.

La versión original de Build Back Better contenía disposiciones sobre la reforma migratoria, los cuales el parlamentario del Senado dictaminó que no cumplían los requisitos para la reconciliación. Desde su perspectiva, esto permitiría a los demócratas aprobar el proyecto de ley sólo con los votos demócratas y evitar el filibusterismo. Los progresistas pidieron entonces a los líderes demócratas del Senado que anularan la decisión del parlamentario y aprobaran el proyecto de ley de todos modos, lo cual no ocurrió.

La semana pasada, Biden se pronunció a favor de cambiar las reglas del Senado para permitir a los demócratas eludir el filibusterismo, de modo que su legislación de revisión del voto pudiera aprobarse con una mayoría simple. Líderes demócratas como la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, y el líder de la mayoría del Senado, Chuck Schumer, han señalado a los republicanos como la razón por la cual estos proyectos de ley no avanzarían. Sin embargo, Manchin y la demócrata de Arizona Kyrsten Sinema votaron en contra de cambiar las reglas en la cámara.

Ante esto, Sanders amenazó con apoyar un desafío en las elecciones primarias contra Sinema y Manchin. El PAC Emily's List, a su vez, anunció que no apoyaría a Sinema si se oponía a la eliminación del filibustero.

Los dos demócratas argumentaron que eliminar este mecanismo sentaría un peligroso precedente en el futuro si los senadores hicieran una excepción a las normas del Senado para la legislación sobre el derecho al voto.

Antes de la fallida votación sobre el proyecto de ley de revisión electoral, Biden comentó que no se había puesto en contacto con republicanos como el senador de Utah Mitt Romney para negociar el contenido de la legislación.

"Mitt Romney es un tipo honesto. Intentaba asegurarme de que todo el mundo estuviera de acuerdo en mi partido en este aspecto. Y no llamé a muchos republicanos en absoluto", reveló el presidente.

A pesar de los contratiempos y las luchas internas del partido en torno a la ley Build Back Better y la legislación de reforma electoral, los líderes demócratas afirman estar satisfechos con el primer año de mandato de Biden.

"Juntos, el presidente Biden y el Congreso demócrata han trabajado sin descanso durante el último año para mejorar innumerables vidas en todo el país. Impulsados por nuestro Plan de Rescate de Estados Unidos y las firmes medidas del Presidente en materia de economía, los demócratas han impulsado una recuperación económica histórica que ha creado un récord de 6,4 millones de nuevos puestos de trabajo, ha reducido la tasa de desempleo con la mayor caída en un solo año de la historia, del 6,2% al 3,9%, y ha ayudado a 16 millones de estadounidenses a salir de las listas de desempleo", señaló una declaración conjunta de Schumer y Pelosi el jueves