En medio de investigación de Hunter Biden, los demócratas lidian con múltiples escándalos de corrupción

Más de 15 años después de que Nancy Pelosi llevara por primera vez al poder a los demócratas de la Cámara de Representantes con la promesa de luchar contra una cultura de corrupción, su propio partido se luchando con una serie de casos de cohechos y sobornos en todo el país.

El último ocurrió el martes cuando el vicegobernador de Nueva York, Brian Benjamin, se vio obligado a renunciar luego de ser acusado de múltiples violaciones, incluido el soborno electoral.

Siguió a otros casos que han tenido como objetivo al poderoso expresidente de la Cámara de Representantes Mike Madigan en Illinois, así como a los actuales legisladores estatales en Hawái, Nevada, Tennessee y Kentucky, y mientras la Casa Blanca lidia con una investigación sobre impuestos y tráfico de influencias centrada en el hijo presidencial Hunter Biden.

Los republicanos están considerando el cambio de escenario, promoviendo a los candidatos de la ley y el orden como el congresista Lee Zeldin para gobernador y la ex oficial de policía de Nueva York Alison Esposito como el número 2 en el boleto en Nueva York, contrincantes de la gobernadora demócrata Kathy Hochul y Benjamin después del escándalo sexual de Andrew Cuomo.

“El candidato de la gobernadora Hochul se ha pasado su carrera violando la ley. Nuestra candidata republicana pasó la suya llevando a los infractores de la ley ante la justicia”, alardeó el Partido Republicano de Nueva York después de que Benjamin fuera arrestado el martes.

Las líneas de ataque republicanas están sacadas obviamente del libro de jugadas que Pelosi usó para devolver a los demócratas al poder tanto en 2006 como nuevamente en 2018.

Pelosi hizo de la lucha contra la corrupción un tema de la campaña demócrata nacional en 2006 cuando su partido recuperó la mayoría en el Congreso durante la presidencia del republicano George W. Bush, en los tiempos en que el escándalo de cabildeo de Jack Abramoff ensombreció a todo el Partido Republicano.

Con Donald Trump en la Casa Blanca en 2018, Pelosi volvió a desempolvar el tema de la campaña electoral de mitad de período, cuando los demócratas recuperaron la mayoría en la Cámara por primera vez desde 2010 valiéndose de la investigación de colusión de Rusia y los cargos contra el representante Duncan Hunter en California.

“Los cargos contra el congresista [Duncan] Hunter son una prueba más de la cultura rampante de corrupción entre los republicanos en Washington hoy”, dijo Pelosi en 2018.

Ahora, el centro de atención de la corrupción ha cambiado de partido.

Hunter Biden ha reconocido que está bajo investigación federal por cuestiones fiscales y los informes dicen que la investigación del gran jurado se ha ampliado para incluir cuestiones de cabildeo para intereses extranjeros de lavado de dinero después de que su computadora portátil fuera encontrada en un taller de reparación en Delaware en 2019. La computadora portátil contenía detalles de sus negocios durante y después de la vicepresidencia de su padre.

Nueva York se ha visto sacudida por múltiples escándalos, comenzando cuando el gobernador Andrew Cuomo renunció en agosto de 2021 luego de la publicación del informe de Letitia James, la fiscal general de Nueva York, que ofrecía detalles de conducta sexual inapropiada con varias mujeres.

Antes de su renuncia, Cuomo también fue acusado de otorgar exenciones fiscales a la editora de su libro y permitir que algunos de sus donantes recibieran ofertas de bonos.

El martes, Brian Benjamin, el vicegobernador demócrata, fue arrestado en relación con un presunto esquema de fraude relacionado con el intercambio de contribuciones de campaña por dinero de subvenciones estatales.

También ha habido un caso reciente de corrupción política en el estado de Maryland.

La fiscal del estado de la ciudad de Baltimore, Marilyn Mosby, una demócrata, actualmente enfrenta cargos por perjurio y solicitud de falsa hipoteca, según el Departamento de Justicia. A pesar de esto, se postula para un tercer mandato.

En 2020, la exalcaldesa de Baltimore, Catherine Pugh, fue sentenciada a tres años de prisión por "conspiración de fraude y cargos fiscales", según el Departamento de Justicia.

En Illinois, el ex presidente de la Cámara de Representantes del estado, Mike Madigan, fue acusado formalmente de cargos federales de extorsión y soborno a principios de marzo en un caso que también generó dudas sobre las actividades del gobernador J. B. Pritzker.

En Nevada, el exasambleísta Alexander Assefa fue acusado a principios de este mes por supuestamente malversar dinero de la campaña.

La senadora estatal de Tennessee, Katrina Robinson (D-Memphis), fue expulsada recientemente de su cargo luego de ser declarada culpable de dos cargos de malversación de fondos federales, según WPLN.

También hay un caso reciente de corrupción que involucra a un legislador demócrata en Hawái.

Según The Maui News, el exlíder de la mayoría del Senado estatal, J. Kalani English, fue acusado en un tribunal federal de "presuntamente recibir más de $ 18,000 en sobornos, incluido efectivo para presentar un proyecto de ley y luego 'matar' la legislación que involucra aguas albañales en la sesión legislativa de 2020". "

El creciente número de casos de corrupción les da a los republicanos, que ya disfrutan de una ventaja histórica en las encuestas, líneas de ataque adicionales para combinar con la inflación y los precios de la gasolina, la crisis fronteriza y el aumento de la delincuencia antes de las elecciones de mitad de período.