EEUU considera posibilidad de vender píldoras anticonceptivas sin receta médica

Por primera vez, Estados Unidos estudiará la posibilidad de vender píldoras anticonceptivas sin receta, semanas después de que el Tribunal Supremo anulara el derecho al aborto. 

Sesenta años después de que la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA) aprobara las píldoras anticonceptivas, los compradores siguen necesitando una receta médica. Sin embargo, más de 100 países de todo el mundo permiten la venta de anticonceptivos orales sin receta. 

Varias organizaciones médicas de Estados Unidos, como la Asociación Médica Americana y la Academia Americana de Médicos de Familia, han pedido al gobierno estadounidense que siga los pasos de otros países y permita la venta de la píldora sin receta.

Es posible que esto ocurra antes de lo que se piensa.

La empresa HRA Pharma, con sede en París, ha presentado una solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) para vender su anticonceptivo Opill sin receta, algo que no había hecho ninguna empresa hasta ahora.

"Estamos muy orgullosos de ser la primera empresa que presenta la primera solicitud a la FDA de un anticonceptivo diario sin receta, y evidentemente llega en el momento oportuno", dijo Frédérique Welgryn, directora de operaciones estratégicas e innovación de HRA Pharma.

"El paso de una píldora anticonceptiva segura y eficaz a la venta libre (OTC) ayudará a que más mujeres y personas accedan a la anticoncepción sin enfrentarse a barreras innecesarias", añadió Welgryn. 

La farmacéutica afirma que la FDA debería tomar su decisión antes del próximo año. Para vender la píldora sin receta, la FDA exige que el medicamento sea seguro, que trate una afección que deba diagnosticarse, que tenga un bajo potencial de uso indebido y que pueda utilizarse sin la supervisión de un profesional sanitario. 

La solicitud de la empresa francesa llega en un momento en el que se debaten los derechos reproductivos en Estados Unidos, después de que el Tribunal Supremo anulara el caso Roe contra Wade y dictaminara que ya no existe el derecho constitucional federal al aborto. 

Aunque la empresa farmacéutica afirmó que su decisión de presentar su solicitud a la FDA no estaba influida por la decisión del Tribunal Supremo, muchos legisladores estadounidenses han pedido a la administración que revise las solicitudes de anticonceptivos sin receta médica.