Director de la CIA advierte a Rusia sobre "consecuencias" por el síndrome de La Habana

Durante una visita a Moscú a principios de este mes, el director de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), William Burns, advirtió a los dirigentes del Servicio Federal de Seguridad de Rusia, el FSB, y del Servicio de Inteligencia Exterior del país, el SVR, que enfrentarán las "consecuencias" en caso de ser responsables del misterioso "síndrome de La Habana", una enfermedad que ha afectado a espías, diplomáticos y otros funcionarios estadounidenses en todo el mundo, informó The Washington Post.

Según los funcionarios -que hablaron bajo condición de anonimato-, Burns dijo a sus homólogos rusos que inflingir graves daños cerebrales y otras enfermedades debilitantes en el personal estadounidense es inaceptable para un "servicio de inteligencia profesional".

Más de 200 funcionarios estadounidenses han padecido síntomas relacionados con la misteriosa enfermedad, como mareos, náuseas y dolores de cabeza.

Tina Onufer, funcionaria de carrera del servicio exterior asignada en La Habana, describió los síntomas a NBC News:

"Sentí como si me golpearan con algo. Es un dolor que nunca había sentido en mi vida... sobre todo en la cabeza y en los ojos. ... Era como si una mano invisible me hubiera agarrado y no me permitiera moverme", relató.

Aunque los servicios de inteligencia de Estados Unidos consideran desde hace tiempo que Rusia es sospechosa de perpetrar ataques deliberados contra funcionarios en el extranjero, todavía no se han encontrado pruebas suficientes para culpar a Rusia.

Rusia ha negado sistemáticamente su responsabilidad en todos los casos.

Aunque la causa del Síndrome de La Habana no es del todo conocida, las Academias Nacionales de Ciencias, Ingeniería y Medicina informaron que algunas de las lesiones cerebrales sufridas por los funcionarios estadounidenses eran compatibles con las secuelas asociadas al uso de "energía de radiofrecuencia pulsada".

Los expertos especulan que la tecnología capaz de infligir ese tipo de lesiones neurológicas ha sido desarrollada por Rusia y posiblemente por China.