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Política

¿Cómo disuadir a China de atacar Taiwán si ya no teme al ejército estadounidense?

El ejército estadounidense ya no asusta a Pekín en la medida en que lo hacía antes, por lo que deben utilizarse otros elementos disuasorios, según analistas

Diciembre 5, 2021 11:04pm

Updated: Diciembre 6, 2021 5:16pm

Estados Unidos podría perder una eventual guerra contra China por Taiwán y, por tanto, debería adoptar una estrategia de "tierra quemada" para que Taiwán destruya sus propias industrias si Pekín ataca, según  analistas de una publicación del ejército estadounidense.

Las recomendaciones se divulgaron en el número de invierno de Parameters, publicación trimestral de la Escuela de Guerra del Ejército de Estados Unidos.

Los coautores Jared McKinney y Peter Harris señalan que el ejército estadounidense ya no asusta a Pekín en la medida en que lo hacía antes.

"En el pasado, estaba claro que Pekín no tenía ganas de iniciar una guerra por Taiwán que su ejército no pudiera ganar. Hoy, sin embargo, un número creciente de analistas con sede en Estados Unidos son escépticos de que se pueda disuadir a China de intentar anexar a Taiwán por la fuerza. Afirman que los líderes chinos ya no temen ante la perspectiva de que Estados Unidos salga en defensa de Taipei, debido a que los altos mandos de Pekín confían cada vez más en que prevalecerían en una guerra por la isla", señalan los autores.

El Ejército Popular de Liberación (EPL) se ha vuelto tan poderoso que probablemente podría invadir Taiwán, agregan McKinney y Harris: "Ambas partes lo saben, o al menos lo sospechan claramente", afirman.

En los juegos de guerra realizados el año pasado, los militares estadounidenses cayeron ante una serie de enemigos simulados en guerra, informó un alto funcionario del Pentágono.

"Sin exagerar la cuestión, se fracasó estrepitosamente. Un agresivo equipo rojo, el cual ha estudiado a Estados Unidos durante los últimos 20 años, nos ha dado una paliza. Sabían exactamente lo que íbamos a hacer antes de que lo hiciéramos", comentó el general John Hyten, vicepresidente del Estado Mayor Conjunto, durante un evento en julio.

Los ejercicios incluyeron un simulacro de batalla entre Estados Unidos y China por Taiwán. Según McKinney y Harris, en el escenario del mundo real China ha calculado que Estados Unidos y Japón necesitarían de 24 horas para responder a una eventual incursión en Taiwán. Sin embargo, Pekín estima que podría completar una invasión en 14 horas, mencionan los autores.

Por tanto, la mejor manera de prevenir un ataque chino a Taiwán no es mediante amenazas militares, sino convenciendo al gigante asiático de que un ataque sería contraproducente.

"Estados Unidos y Taiwán deberían elaborar planes para una estrategia de tierra quemada, la cual haría que Taiwán no sólo sea poco atractiva si alguna vez es tomada por la fuerza, sino positivamente costosa de mantener. Esto podría hacerse de forma más eficaz mediante amenazas para destruir las instalaciones de la Taiwan Semiconductor Manufacturing Company, el fabricante de chips más importante del mundo y el proveedor más importante de China", afirman McKinney y Harris.

China también debe ser advertida de los posibles disturbios internos, consideraron los autores.

"Como mínimo, Pekín debe prever una desobediencia civil generalizada. Más grave aún, China podría esperar una guerra de guerrillas en Taiwán y quizás la perspectiva de que la violencia se exporte al continente", advierten.

Pekín, por su parte, ha reforzado su mensaje sobre el mantenimiento de su jurisdicción sobre Taiwán. El portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino, Zhao Lijian, habló el sábado como si Taiwán no fuera una nación soberana, sino un aspirante a región independiente alentada por Occidente.

"Me gustaría señalar que las provocaciones de las autoridades [del Partido Democrático Progresista] para buscar la independencia en connivencia con fuerzas externas son la mayor amenaza para la paz y la estabilidad en el estrecho de Taiwán y la causa fundamental de las tensiones actuales. La respuesta decidida de China a las actividades separatistas de Taiwán y a las injerencias externas es absolutamente necesaria", resaltó Zhao en una conferencia de prensa el 3 de diciembre.

Occidente debería reconocer a Pekín como legítimo gobernante, tanto de la China continental como de la isla de Taiwán, añadió Zhao.

"Estados Unidos y la Unión Europea deben respetar la política de una sola China, actuar con prudencia y dejar de enviar señales erróneas a las fuerzas independentistas de Taiwán", alertó.