China niega acusación de la NASA de que se apoderará de la Luna

Pekín rechazó este lunes la alusión de la NASA de que el programa espacial chino intenta apropiarse la Luna como parte de un programa militar, asegurando que es Estados Unidos quien aviva las tensiones en el espacio exterior.

El administrador de la NASA, Bill Nelson, indicó en una entrevista al diario alemán Bild el sábado que "debemos estar muy preocupados por el hecho de que China esté llegando a la Luna y declarando: 'Ahora es nuestra y ustedes quedan fuera’".

El jefe de la agencia espacial estadounidense también aseguró que el programa espacial de China tenía vínculos con el ejército y se habría beneficiado del robo de ideas y tecnología de otras naciones, informa Reuters.

Pekín rechazó las declaraciones de Nelson por considerarlas "irresponsables".

"No es la primera vez que el jefe de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio de Estados Unidos ignora los hechos y habla de forma irresponsable sobre China", expresó Zhao Lijian, portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino.

"La parte estadounidense ha construido constantemente una campaña de desprestigio contra los esfuerzos normales y razonables de China en el espacio exterior, y China se opone firmemente a esos comentarios irresponsables", agregó.

China ha estado impulsando su programa espacial en la última década, colocando una misión no tripulada en la luna en 2013. Actualmente está construyendo una pequeña estación espacial similar a la Mir soviética de los años 80 y pretende lanzar una misión lunar tripulada para 2030, según AFP.

La misión lunar Artemis de la NASA lanzó el 28 de junio el satélite CAPSTONE, que llegará a la Luna dentro de cuatro meses. Cuando llegue, el dispositivo del tamaño de un microondas orbitará el área durante seis meses y recopilará datos para futuros lanzamientos de cohetes más grandes.

En una entrevista concedida en abril a Der Speigel, otro periódico alemán, Nelson dijo que agradecería la cooperación con China en la creación de una estación lunar, pero que se habían negado hasta ahora.

"Los chinos son muy reservados; no son transparentes", afirmó Nelson.

"Lo observamos el año pasado cuando una gran pieza de uno de sus viejos misiles se estrelló contra la Tierra. Podría haber caído en Europa o en Arabia Saudí, pero no nos dieron las coordenadas. No hubo ninguna comunicación. Eso es inexcusable cuando hay vidas humanas y propiedades amenazadas", añadió, refiriéndose probablemente al núcleo del cohete chino Long March 5B que cayó a la Tierra en abril de 2021.