Coronavirus
Autoridades internacionales desconfían de vacunas de refuerzo, mientras la FDA las promueve
"Hay que tener cuidado en no sobrecargar el sistema inmunitario", advirtió un funcionario de la Agencia Europea del Medicamento
Enero 12, 2022 10:48pm
Updated: Enero 13, 2022 4:38pm
Diversas autoridades internacionales desaconsejan el uso de vacunas de refuerzo como estrategia de mitigación de la COVID-19. Sin embargo, las agencias sanitarias estadounidenses promueven la aplicación de terceras dosis de las vacunas de ARNm, así como una segunda inyección de la vacuna de Johnson & Johnson.
La reconsideración sobre las campañas de refuerzo se produce durante la revisión de nuevos informes de casos de inflamación cardíaca, provocados por este medicamento. Estos casos son poco frecuentes, pero más elevados de lo esperado, sobre todo en niños y hombres jóvenes.
La Organización Mundial de la Salud acusó a los países más ricos de acaparar vacunas mientras que grandes regiones del planeta, en particular África, no han recibido la "serie primaria" de vacunación contra la COVID.
El Grupo de Asesoramiento Técnico sobre la Composición de la Vacuna COVID-19 (TAG-CO-VAC) publicó este martes una declaración provisional sobre cómo el aumento de contagios de la variante ómicron, leve pero inmuno-evasiva, debería servir para modificar las consideraciones sobre las dosis de refuerzo.
Aunque el "perfil mutacional de ómicron y los datos preliminares indican que la eficacia de la vacuna se reducirá contra la enfermedad sintomática (...) es más probable que se conserve la protección contra la enfermedad grave", aseguró el TAG-CO-VAC.
Con base en el "suministro a corto y medio plazo de las vacunas disponibles", así como consideraciones sobre la equidad, la demanda y evolución viral, "es poco probable que una estrategia de vacunación basada en repetidas dosis de refuerzo de la composición original de la vacuna sea apropiada o sostenible", indicó.
TAG-CO-VAC también pidió a los fabricantes de vacunas que estudiaran las respuestas inmunitarias a las vacunas de una y varias cepas contra las denominadas variantes preocupantes, incluida ómicron. El objetivo es desarrollar vacunas más potentes que "reduzcan la necesidad de dosis de refuerzo sucesivas".
Para los reguladores europeos, el problema radica en la aplicación de refuerzos, al menos en un calendario tan frecuente.
"Si tenemos una estrategia en la que damos refuerzos, digamos, cada cuatro meses aproximadamente... la respuesta inmunitaria puede no ser tan buena como nos gustaría", alertó el martes el jefe de estrategia de vacunas, Marco Cavaleri, durante una reunión informativa de la Agencia Europea del Medicamento.
"Debemos tener cuidado de no sobrecargar el sistema inmunitario con una inmunización repetida", además de que existe el "riesgo de fatigar a la población con una administración continua de refuerzos", agregó, en un intento por establecer intervalos más largos entre las etapas de vacunación.
La agencia también recomendó vincular los refuerzos al inicio de la temporada de frío en cada hemisferio, en línea con las estrategias de vacunación contra la gripe, informó Bloomberg. A principios de este mes, Israel se convirtió en el primer país en administrar el segundo refuerzo -una cuarta inyección- a la población mayor de 60 años.
Por su parte, los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC) estadounidenses recomiendan esperar al menos cinco meses después de recibir dosis de las vacunas de Pfizer y Moderna, así como dos meses después de la de Johnson & Johnson para recibir refuerzos, lo que implicaría que se reciban dos o más dosis en menos de un año.
La agencia nacional de salud pública no respondió a las peticiones de comentarios de Just the News para defender este itinerario, ante las recomendaciones internacionales de las estrategias de vacunación.
La agencia hermana de los CDC, la FDA, busca ampliar aún más la cantidad de población con vacunas de refuerzo, bajo el argumento de que las personas que se recuperaron de la COVID-19 y luego se vacunaron siguen siendo vulnerables.
La inmunidad natural de los primeros años de la pandemia se basa en "una variante diferente de la que está circulando ahora", afirmó el director del Centro de Evaluación e Investigación Biológica, Peter Marks, en un video con gráficos de dibujos animados y una banda sonora de jazz.
"Sabemos que se necesitan altos niveles de inmunidad, como los que proporcionaría una dosis de refuerzo. Estas personas deben consultar con su proveedor médico sobre "cuándo es el momento adecuado" para un refuerzo, el cual "puede ayudar a evitar que surjan problemas con una nueva variante", afirmó.
Críticos médicos de alto nivel sobre la política de COVID-19 del gobierno federal se cuestionaron el mensaje de la FDA. El video es "extremadamente engañoso y se basa en el dogma de que los títulos de anticuerpos son el indicador clave de la protección", según una publicación del profesor de medicina de Johns Hopkins, Marty Makary.
"Muchos médicos del gobierno han perdido su objetividad científica. Y tristemente ignoran los abrumadores datos sobre la inmunidad natural", afirmó el también miembro de la Academia Nacional de Medicina.
En el mismo sentido, el profesor de medicina de la Universidad de California en San Francisco, Vinay Prasad, calificó el video como una "locura" y compartió que había denunciado en Twitter el mensaje como información errónea. Recomendar refuerzos basados en antiguas infecciones ignora el hecho de que esos refuerzos se basan en una "cepa ancestral más antigua" de COVID, agregó.
El propio Marks señaló que "no hay pruebas que respalden" la necesidad de un refuerzo para las personas recuperadas, porque la FDA no pidió a los fabricantes de vacunas que "realizaran ensayos de control aleatorios robustos con puntos finales clínicos para los refuerzos."
La agencia ha recurrido a "bajos niveles de evidencia para modificar el comportamiento del público" desde que el director Marion Gruber y el director adjunto Philip Krause de la Oficina de Investigación y Revisión de Vacunas de la FDA dimitieron este otoño, supuestamente en protesta por los planes de la administración para los refuerzos, comentó Prasad.
Krause, a su vez, firmó una carta pública en la que advertía de los "riesgos si los refuerzos se introducen de forma generalizada demasiado pronto, o con demasiada frecuencia". También coescribió un artículo de opinión en el que acusaba a la agencia de "dejar de lado a los expertos en vacunas".
La FDA no respondió a preguntas de Just the News sobre las acusaciones de Makary y Prasad.
Algunos expertos médicos también criticaron la aplicación de dosis refuerzos en los adolescentes debido a sus elevados riesgos de inflamación del corazón, según entrevistas con la escritora de The Atlantic Rachel Gutman publicadas el martes.
El profesor de medicina de la Universidad de Pittsburgh, Walid Gellad, resaltó un estudio previo de Kaiser Permanente Northwest, el cual aún no ha sido revisado por sus colegas, que concluye que el número real de casos de miopericarditis es "notablemente superior" a lo que se informa a los comités consultivos estadounidenses.
Según Paul Offit, director del Centro de Educación sobre Vacunas del Hospital Infantil de Filadelfia, los refuerzos no valen los riesgos para, por ejemplo, un varón de 17 años generalmente sano, o para alguien de 20 años. La evasión inmunológica de ómicron no parece reducir significativamente la protección contra enfermedades graves de las vacunas de dos dosis, dijo.
Si bien Gutman se mostró a favor de las vacunas de refuerzo y afirmó que los beneficios de recibir dos dosis para los adolescentes "están fuera de toda duda", los informes de inflamación del corazón descalifican a las dosis de refuerzo.
Ante esta evidencia, Prasad, entre otros especialistas, recomiendan inyectar una dosis única o menor para los jóvenes, debido a que los "riesgos marginales en los adolescentes" de las segundas dosis "parecen superar probablemente sus beneficios marginales".