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Cultura

Muere la escritora española Almudena Grandes 

Almudena Grandes, escritora española, madrileña, hincha del Atlético de Madrid, murió este sábado a los 61 años. Padecía cáncer desde hace dos años y hace pocos meses se había convertido en abuela. 

Noviembre 27, 2021 7:16pm

Updated: Noviembre 27, 2021 7:16pm

La escritora Almudena Grandes falleció este sábado en Madrid, padecía cáncer. El diario ABC destacó que siempre se mantuvo fiel a sus ideas y aficiones y que decía siempre lo que pensaba, probablemente ello incidió en que se la respetara como escritora y como persona, según el ABC.

"Allá donde iba (y en lo que escribía) proclamaba su filiación de izquierdas y vocación democrática, esa que le hacía defender desde tal posición personal la obra de encaje de la Transición política, en la que habían participado comunistas como ella, y que valoraba como una gran obra social, no solo política, puesto que fue protagonizada por todo un pueblo", indicó el medio

Publicó 15 libros y su obra fue traducida a decenas de lenguas y era muy seguida por los lectores iberoamericanos, visitó en estos años las distintas ferias de libros de América Latina. 

Dicen que por amor se hizo andaluza, su pareja, el poeta granadino y catedrático Luis García Montero, es el actual director del Instituto Cervantes. La escritora acostumbraba a veranear en la región de Andalucía. Sus amigos de siempre: Joaquín Sabina, Felipe Benítez Reyes, Benjamín Prado, Juan José Téllez, el editor Chus Visor, Miguel Ríos, Javier Ruibal, la editora Ángeles Aguilera.

El Mundo señaló que la escritora dejó una poderosa obra donde reflexionó sobre buena parte de la historia social y política de la España del siglo XX y XXI

Almudena Grandes nació en Madrid el 7 de mayo de 1960, en Chamartín. Estudió Geografía e Historia y obtuvo su licenciatura en estas disciplinas. Escribió textos para enciclopedias, a la vez armaba relatos breves. Desde que era adolescente mostró gran avidez por la literatura. Mantuvo su voracidad durante 40 años de novelas, cuentos, artículos en El País, y compromiso político y cívico en favor de quienes no tienen sitio en la historia. O en la memoria, reseñó El Mundo.

El medio recordó que la autora vivió intensamente los años 80 de la 'Movida madrileña'. "Malasaña fue la gabarra de un tiempo en el que Almudena Grandes fijó su primera astronomía literaria, llena de ímpetu y estímulos nuevos. De lo gozado y aprendido en aquellos días extrajo su primera novela, Las edades de Lulú. Era 1989. Una historia con la que ganó el XI Premio La Sonrisa Vertical y que vinculó desde entonces toda su obra a la editorial Tusquets, impulsora del galardón. Una escritura fuerte, cargada de erotismo, de desenfreno, de personajes zarandeados por el deseo. Fue su primer éxito. La novela se tradujo a 20 idiomas. Y, a partir de ahí, comenzó su expedición. Bigas Luna adaptó la historia al cine", describió.

Sobre esta obra, Grandes dijo: "Las edades... me regaló la posibilidad de vivir la vida que yo quería. Jamás podré saldar esa deuda".

"El pulso literario estaba ahí desde siempre, desde que protagonizó uno de los estrenos más exitosos de la joven literatura de la joven democracia. Con Las edades de Lulú (1989), su primer libro, se convirtió en un fenómeno. Nadie había oído hablar de aquella licenciada en Historia que destripaba con atrevimiento el deseo de una mujer sin caer ni en la sensiblería de la novela romántica ni en la pornografía de los cines X. Con aquel relato que arrasó en ventas, ganó el premio La sonrisa vertical. Era la literatura justa que necesitaba una sociedad que se quería desprender de la pelusa pacata del franquismo, transformar sus vivencias más íntimas y, también, la que empezaba a sentir cierta desilusión política. Un estreno tan influyente en su historial que muchos de los obituarios que le están dedicando la recuerdan como la autora de Las edades de Lulú, como si la quincena de libros de ficción posteriores no le hiciesen sombra", reseñó El País.

Incluso, estando enferma, Almudena Grandes tampoco dejó de escribir. Hace un mes, el 21 de octubre, le informó a sus lectores sobre su enfermedad, en El País Semanal, bajo el título: "Tirar una valla". Dijo que seguiría escribiendo un artículo allí mismo cada dos semanas, y en la contraportada del diario todos los lunes. "Ese espacio, sagrado para mí, porque me permite mantener el contacto con mis lectores en cualquier circunstancia, nos permitirá encontrarnos, saber de nosotros, permanecer juntos, agregó.

El diario El País recordó a la escritora y a una de sus columnistas estelares con el obituario: "Muere Almudena Grandes, la escritora que noveló la épica de los perdedores". Destacó que Grandes dejó una obra que "aunó la calidad y el éxito".

"Nadie como Almudena Grandes, la escritora madrileña fallecida este sábado a los 61 años debido a un cáncer, ha tenido la fuerza y la constancia para darle a los derrotados del siglo XX español la épica literaria que les faltaba", precisó el medio al exaltar la sensibilidad y  la conexión de la intelectual con el movimiento de memoria histórica. 

Hay una novela póstuma, Grandes se proponía corregir, para publicar con su editorial de siempre: Tusquets. Grandes valoró su formación en Historia para la escritura de sus novelas. Dijo en 2017 durante una entrevista: “Esta serie -Episodios- me ha devuelto al proyecto de historiadora que fui. La que ha ajustado cuentas es la historia conmigo. Un montón de años después me ha demostrado hasta qué punto es importante lo que estudié. Probablemente yo no la habría escrito igual si no fuera historiadora”.

"Con los Episodios sintió, sin embargo, que encontraba una misión, proporcionar el relato de las vicisitudes de unos personajes a los que también se había desterrado de la literatura durante décadas". Grandes explicó que: “Para escribir una novela así hay que llegar a un equilibrio perfecto entre la libertad creativa y la lealtad a la verdad histórica”. De esa serie -Episodios- vendió 1,3 millones de libros.

“Me he convertido en una escritora antisistema”, dijo la autora. "De todos sus personajes siempre sintió debilidad por los supervivientes", añadió El País. La escritora obtuvo el Premio Nacional de Narrativa en 2018.

"Su compromiso político la conectaba en parte con esa generación de plata que se perdió en la guerra y el exilio y la hacía incómoda para una parte del sistema. 'Republicana, de izquierdas y anticlerical', así se presentó en su primera columna en este diario en enero de 2008, donde sustituyó en la contraportada a Manuel Vázquez Montalbán. Sentía cierta soledad ideológica y mucho fervor de los lectores. Concebía su trabajo de articulista como la de portavoz de causas de la sociedad civil. Parte de esos textos se recopilaron en La herida perpetua en 2019. Nunca dejó de comprometerse en público para ahorrarse críticas", puntualizó la que hasta hoy ha sido su casa: El País.