Bukele confirma arresto de 3 pandilleros vinculados al asesinato de un policía en El Salvador

El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, anunció el viernes la captura de tres pandilleros acusados del asesinato de un agente de policía en el país. Los detenidos, identificados como José Armando Ochoa Gutiérrez, alias Sapo Verde, Francis Antonio Gómez Calderón, alias Mono, y Salvador Enrique Portillo Landaverde, alias C4, están bajo custodia y se enfrentarán a cargos de homicidio agravado.

El 16 de mayo, el agente Maximino Vásquez fue asesinado por miembros de una pandilla en la localidad de Nueva Concepción. En respuesta a este trágico suceso, Bukele ordenó el despliegue de 5.000 soldados y 500 policías en un cerco militar en la mencionada ciudad, con el objetivo de capturar a los responsables.

A través de su cuenta de Twitter, el mandatario expresó su satisfacción por la captura de los tres individuos, destacando que han logrado desmantelar la célula criminal y detener tanto a los acompañantes del líder como al propio cabecilla. Bukele aseguró que estos miembros de la banda ya no podrán sembrar el terror en el país.

Prometimos que pagarían caro por el asesinato de nuestro héroe.

Destruimos su clica, arrestamos a sus compañeros, arrestamos a su líder, y hoy, arrestamos a los 3 asesinos.

Nunca más volverán a causar terror en nuestro país. https://t.co/s5f7zfa3Gw

— Nayib Bukele (@nayibbukele) May 27, 2023

Salvador Enrique Portillo Landaverde, uno de los detenidos, fue capturado en Guatemala por las autoridades policiales. La Fiscalía salvadoreña ha confirmado que Portillo Landaverde fue el responsable de los disparos que causaron la muerte del agente Vásquez.

En las próximas horas se presentará una solicitud formal ante un tribunal, que incluirá cargos por homicidio agravado. Las autoridades pedirán entre 30 y 50 años de prisión para los detenidos.

Bukele ha intensificado su "guerra" contra las bandas en El Salvador, respaldado por un régimen de excepción aprobado por el parlamento. La escalada de violencia, que dejó 87 muertos en marzo de 2022, llevó a la detención de 68.720 presuntos pandilleros, aunque unos 5.000 fueron puestos en libertad al no tener vínculos con las bandas, según el gobierno.

En su afán por encarcelar a los pandilleros, Bukele inauguró en febrero una "megacárcel" con capacidad para 40.000 reclusos, considerada la mayor de América Latina. 

Las bandas se han hecho con el control territorial del país desde el final de la guerra civil, y el gobierno las responsabiliza de 120.000 muertes, superando las cifras del conflicto armado (75.000).

Bukele ha prometido "acabar" con las bandas, que sometían a los salvadoreños en los territorios bajo su control y extorsionaban a comerciantes y transportistas.