¿Qué pasó con Daymé Arocena y la grotesca obra de Nelson Domínguez en el Jazz Plaza?

Recién concluyó la 39 edición del Festival Internacional Jazz Plaza en Cuba y la polémica que relaciona a dos artistas de la isla, y que se dio en el marco de este evento, sigue vigente. La intérprete musical Daymé Arocena y el Premio Nacional de Artes Plásticas, Nelson Domínguez, han ocupado el centro de atención debido a un retrato realizado por este último, donde la imagen de la cantante fue maltratada y expuesta de forma “grotesca” ante la impunidad de los organizadores y artistas que participaron del encuentro.

Sin embargo, algunos críticos y páginas como el Observatorio de Derechos Culturales sí se pronunciaron a través de las redes sociales ante el hecho, que pudo constatarse en una exposición que ocupó el lobby de la Sala Avellaneda del Teatro Nacional: una “obra de arte” donde Arocena aparece convertida en una gallina por el maestro de la pintura. 

“Anoche, antes de entrar al maravilloso show del Jazz Plaza en la Sala Avellaneda, pasé la vista por la exposición del lobby y me encontré con esta pieza que me dejó bien molesto”, comenzó escribiendo en su perfil de Facebook el crítico de arte y profesor Hamlet Fernández,sobre la obra artística que encontró en el centro de la muestra.

Hamlet describe lo que opina que es una pieza desafortunada y marca negativamente a la curadora de la exposición, que decidió mantener la pieza en la misma. “Si un artista se va a inspirar en la obra de otro artista, (…) debe representarle con respeto, creatividad, mediante una idea poética o una metáfora bien pensada”, expuso el crítico cubano.

Para Fernández el cuadro representa “una animalización grosera y grotesca de una gran artista, una mujer con una gran voz y un gran carisma en el escenario. Una mujer que rompió con todos los estereotipos del mundo de la música y el espectáculo y se ha impuesto a base de talento y coraje, siendo hoy una de las grandes estrellas del jazz en Cuba. Entonces, pregunto: ¿merece ser reducida a una gallina o vaya usted a saber que otra ave fruto del delirio?”, cuestionó junto a una imagen del dibujo hecho a carboncillo.

Por su parte, el Observatorio de Derechos Culturales (ODC) también denunció “un nuevo incidente de descalificación amparado por la institución contra una artista que no reproduce la narrativa oficial.”, según su post en X, antes Twitter. El ODC además solicitó a la Embajada de Estados Unidos en Cuba, uno de los auspiciadores del Jazz Plaza, que “revise su agenda cultural, considerando extremadamente nocivos los reiterados intentos de blanqueamiento y trivialización del estado de los derechos culturales” en la isla.

El Observatorio de Derechos Culturales (@CubaODC) denuncia un nuevo incidente de #descalificación amparado por la #institución contra una #artista que no reproduce la #narrativaoficial. pic.twitter.com/GqswsHPZSe

— Observatorio de Derechos Culturales (@CubaODC) January 26, 2024

La prensa oficialista cubana, en un intento de denuncia, mencionó el caso que desprestigia a Daymé: “Esta nota no puede abstraerse de una incidencia negativa para tomar en cuenta: la grotesca representación de una joven intérprete en la exposición desplegada en el vestíbulo de la sala Avellaneda. No solo es fallido el retrato por la alegoría a la que echó mano el artista –una gallinácea que nada tiene que ver con el talante humano y artístico de la retratada– sino por la inequívoca lectura racista y misógina que se desprende de la obra. En la alianza del jazz con las artes visuales, en un evento como este, debe primar el máximo rigor y responsabilidad conceptual en la curaduría. Tras la pifia, los organizadores se desentendieron del asunto.”, se lee en una nota alusiva a la repercusión del Festival en el periódico Granma.

Hasta el momento la popular cantante cubana no ha hecho comentarios sobre el caso y la utilización de su imagen y continúa promocionando su nuevo tema musical, A Fuego lento, desde Canadá, donde reside desde hace algún tiempo.

Daymé Arocena es una de las artistas cubanas que ha levantado su voz por la libertad de Cuba y en contra de la dictadura que vive el país. Luego del incidente con la polémica obra de Nelson Domínguez, publicó en su Instagram: “Si me preguntan cuál es mi sueño, diría que inspirar a la gente a quererse y disfrutarse como son….El viaje como mujer latina, negra y gorda ha sido indescriptiblemente difícil: Transitar por donde yo he transitado puede ser destructivamente doloroso, cuando creces dentro de una sociedad donde ser todas las cosas que eres raras veces se asocia con la belleza...”.

Nelson Domínguez, el artista de la plástica, tampoco ha expresado su criterio sobre el asunto.