Inmigración
“Por favor, no me dejen sola”: conmovedor rescate de cubana abandonada por coyotes en frontera de EEUU
Una migrante cubana de la tercera edad fue rescatada en la frontera con los Estados Unidos tras ser abandonada por los traficantes de personas o “coyotes”
Octubre 20, 2022 2:53pm
Updated: Octubre 20, 2022 2:53pm
Una migrante cubana de la tercera edad fue rescatada en la frontera con los Estados Unidos tras ser abandonada por los traficantes de personas o “coyotes”, informó este martes el canal Univision.
La cubana de 60 años, identificada como Elsa, quedó “abandonada a su suerte” por unos coyotes luego de cruzar la frontera entre México y el estado de Arizona, de acuerdo con un reportaje del programa Primer Impacto emitido por la cadena televisiva.
En medio de la oscuridad, Elsa se vio obligada a pedir ayuda y fue socorrida por otros dos migrantes cubanos, quienes la cargaron para que no se diera por vencida y cumpliera su meta de pedir asilo a las autoridades de los EE. UU. “Aguántame, que me caigo”, “¡Ay, por favor, que me ahogo, tengo mareos!”, gritaba la mujer cuando sus compatriotas acudieron a auxiliarla.
La cubana andaba con un solo zapato tras haber perdido el otro mientras cruzaba el río. Ante los gritos de Elsa, también se presentaron los agentes de la Patrulla Fronteriza de los Estados Unidos (CBP, por sus silgas en inglés), quienes le brindaron asistencia y la llevaron hacia donde se encontraban los demás migrantes.
“Ayúdame, mijita. No me dejen sola”, suplicó casi desfallecida la cubana, según se ve en el video de Primer Impacto.
En la isla gobernada por el Partido Comunista de Cuba se vive una de las peores crisis económicas, sociales y de derechos humanos de su historia, lo que impulsa a los cubanos a migrar en masa, principalmente hacia los Estados Unidos.
Muchos escogen la ruta por Centroamérica que los lleva hasta la frontera norte de México, por donde ingresaron a Estados Unidos cerca de 180 000 cubanos durante el año fiscal 2022.
Como Elsa, otras mujeres de la tercera edad se han visto obligadas a marcharse recientemente de la isla, entre las cuales resalta el caso de Esther García, de 85 años, quien vivió “días terribles” viajando desde Nicaragua con una “artrosis severa en la rodilla, cuatro quistes y un bastón”, para cruzar el Río Bravo.
También Gema Haro, de 67 años, hizo la travesía de casi tres meses, mientras que Martha Sánchez, otra octogenaria, nadó contra la corriente para cruzar hacia EE. UU. desde México.