“Fresa y Chocolate”: el clásico cubano celebra 30 años de su estreno

Fresa y Chocolate, el clásico de la cinematografía cubana, cumplirá 30 años de su estreno. Una de las películas más queridas y gustadas por el público de la región celebrará este aniversario de una forma muy especial durante todo el año, y los festejos ya comenzaron.

“Un acontecimiento único y de transcendencia nacional ocurrirá en nuestra Isla el próximo domingo 26  a las 8:30 PM en el Cine Caribe. Celebraremos el 30  aniversario de la película Fresa y Chocolate con dos de sus actores protagonistas, los cuales compartirán con el público pinero: Mirtha Ibarra y Jorge Perugorría.”, compartió la página de Cine Isla este martes en su perfil de Facebook.

El Centro municipal de cine de Nueva Gerona en la Isla de la Juventud proyectará la popular cinta, esta vez remasterizada y con trabajos de restauración completados. De acuerdo a la nota del cine también será un homenaje a Titón y Juan Carlos Tabío, dos grandes del celuloide cubano, responsables de esta “obra maestra”.

Fresa y chocolate​ es un largometraje coproducción cubano-española-mexicana de 1993 codirigido por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío. Catalogada como una película de género dramático y uno de los primeros ejemplos​ de temática LGBT en el cine realizado en países hispanos, se ganó la simpatía y el amor de la audiencia.

Su elenco está encabezado en los papeles principales por los actores Jorge Perugorría, Vladimir Cruz y Mirtha Ibarra. Basada en el cuento de Senel Paz El lobo, el bosque y el hombre nuevo, el escritor fue quien realizó la adaptación del guion.

También fue la primera película en representación de Cuba que obtuvo una nominación, en la categoría de Mejor Película Extranjera, en los Premios Oscar de 1994.​ Presente en numerosos festivales de cine internacionales, como los de Berlín y Chicago, la cinta además obtuvo el Premio Goya al mejor largometraje extranjero de habla hispana en la edición celebrada el 21 de enero de 1995.

Ambientada en La Habana de finales de los años 70, Fresa y Chocolate narra la historia de amistad entre dos jóvenes muy distintos: David y Diego. David, un guajiro comunista simpatizante de la figura de Castro que estudia sociología en la capital, conoce a Diego, un artista homosexual acosado por los prejuicios sociales. A pesar de las diferencias que los separan, sus vidas pasan de las discusiones a una fuerte amistad, con el dolor del exilio forzado por medio.