Diplomático acusado de agente cubano dijo al FBI que era "el agente a cargo" del derribo de aviones de Hermanos al Rescate

El exdiplomático estadounidense arrestado en Miami el viernes por actuar como agente del régimen comunista cubano compareció en el tribunal del Distrito Sur de Florida el lunes para responder a los cargos presentados por el Departamento de Justicia.

Según la denuncia de un delito grave presentada por los fiscales federales, Victor Manuel Rocha, de 73 años, actuó como agente del régimen de manera clandestina durante más de cuatro décadas desde 1981.

Rocha dio inicio a su carrera como oficial de asuntos relacionados con Honduras en noviembre de ese año. Luego trabajó en varios despachos latinoamericanos e incluso se desempeñó como oficial Político-Militar en la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, Honduras, y en 2000 fue nombrado embajador de Estados Unidos en Bolivia.

Además, trabajó como experto en América Latina para el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Sobre el asunto el fiscal general Merrick Garland dijo que el caso de Rocha era "una de las infiltraciones más amplias y de mayor duración" de un agente extranjero en los Estados Unidos.

"Durante más de 40 años, Víctor Manuel Rocha sirvió como agente del gobierno cubano y buscó y obtuvo puestos dentro del gobierno de Estados Unidos que le proporcionarían acceso a información no pública y la capacidad de influir en la política exterior de Estados Unidos", dijo el fiscal general.

Cuba ha tenido éxito en reclutar ciudadanos estadounidenses para promover sus intereses, aprovechando su ideología marxista-leninista como una causa. Antes de Rocha, la agente más exitosa fue Ana Belén Montes, quien desempeñó sus funciones en la Agencia de Inteligencia de Defensa durante varios años. Finalmente, fue procesada y condenada como resultado de una exhaustiva investigación federal, lo que la llevó a pasar más de dos décadas en prisión.

En contraste, Rocha abrazaba la misión de Cuba de difundir su ideología marxista en América Latina. El acusado llegó a referirse a Estados Unidos como "el enemigo", sosteniendo que su labor como agente del régimen cubano "fortaleció la Revolución", lo cual veía como un tributo al ascenso al poder de Fidel Castro en 1959.

El exembajador estadounidense fue arrestado el viernes en Miami como resultado de una operación encubierta del FBI que duró un año, según el Departamento de Justicia.

Rocha no nació en Estados Unidos, pero emigró de Colombia a temprana edad. Creció en la ciudad de Nueva York y obtuvo títulos universitarios de las universidades de la Ivy League, Georgetown, Harvard y Yale.

Después de desempeñarse como oficial de asuntos de Honduras durante algo más de un año, fue ascendido a oficial político en la Embajada de Estados Unidos en Santo Domingo en enero de 1983. Posteriormente, avanzó en las jerarquías del Departamento de Estado como oficial de guardia en su Centro de Operaciones y como Cónsul de Asuntos Políticos y Económicos en el Consulado General de Estados Unidos en Florencia, Italia.

En marzo de 1987, Rocha fue nombrado oficial Político-Militar en la Embajada de Estados Unidos en Tegucigalpa, Honduras. Posteriormente, el 14 de julio de 2000, antes de que el presidente Bill Clinton dejara el cargo, fue juramentado como embajador de Estados Unidos en Bolivia, cargo que ocupó hasta 2002.

También trabajó con el Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca durante 25 años y asesoró al gobierno de Estados Unidos en asuntos relacionados con varios países de América Latina: Argentina, República Dominicana, Honduras y México.

El arresto de Rocha se produce en un momento en el que las relaciones entre Estados Unidos y Cuba han estado tambaleándose. El régimen comunista en La Habana se encuentra inmerso en una grave crisis económica, en parte como consecuencia de las sanciones impuestas durante el mandato de Trump, las cuales se han mantenido vigentes bajo la presidencia de Biden.

Aunque algunos asesores de Biden han instado al 46º presidente a revocar las sanciones impuestas durante la era Trump, este se ha abstenido de hacerlo, alegando, tras las protestas en la isla del 11 de julio de 2021, que el estado comunista de Cuba es un sistema fallido.

En medio de las tensiones que han existido siempre entre La Habana y Washington desde el triunfo de la revolución comunista de 1959, algunos ciudadanos estadounidenses siguen viajando a la isla a pesar de las restricciones vigentes. Uno de estos estadounidenses fue Rocha, según documentos judiciales que revelan que realizó múltiples viajes a Cuba y colaboró con el régimen para promover los intereses de La Habana.

Los agentes federales comenzaron a sospechar de Rocha en noviembre de 2022. Los documentos judiciales sugieren que un agente encubierto del FBI contactó a Rocha a través de WhatsApp y se hizo pasar por un agente de la DGI (Servicios de Inteligencia Cubanos) que necesitaba transmitirle un mensaje de "tus amigos de La Habana".

Rocha aceptó reunirse con el agente encubierto varias veces; una vez lo hizo en una plaza de comidas, porque "no había posibilidad de que nadie me viera" allí, afirmó, deacuerdo con los documentos presentados en la corte federal.

En esas reuniones con el FBI, Rocha reveló detalles sobre su trabajo con el régimen cubano, según la denuncia.

"Yo sabía exactamente cómo hacerlo y obviamente la Dirección [DGI] me acompañó... Es un proceso largo y no fue fácil", dijo Rocha al agente encubierto del FBI.

Asimismo, el Departamento de Justicia informó que Rocha "describió y celebró su labor" mientras trabajaba para la DGI.

El individuo recurrentemente se refería a sí mismo en plural cuando hablaba con el FBI, lo que daba la impresión de que estaba alineado con el régimen cubano. Con frecuencia empleaba el término "nosotros" y expresaba su compromiso de "proteger... lo que hemos logrado".

Cuando el agente encubierto del FBI le preguntó: "¿Sigues con nosotros?", Rocha se mostró molesto y dijo que estaba "enojado" porque el régimen estaba cuestionando su lealtad. "Es como cuestionar mi hombría", dijo.

También insinuó su participación en la orquestación del famoso tiroteo de "Hermanos al Rescate" de 1996, una tragedia que acaparó la atención mundial y que continúa doliéndole a la comunidad cubana exiliada.

En ese entonces el grupo humanitario y no violento recorría el estrecho de Florida en busca de refugiados cubanos que intentaban navegar hacia la libertad en balsas y hacía esfuerzos por rescatarlos.

En 1996, la Fuerza Aérea Cubana derribó dos de los aviones; como consecuencia murieron cuatro exiliados de Miami que dieron sus vidas para salvar a sus compatriotas cubanos.

Rocha aludió a su participación en el incidente al referirse a sí mismo como el agente "a cargo" durante "el derribo de pequeños aviones", lo que los fiscales reconocen como una referencia al derribo de 1996.

El incidente fue catalogado como un "acto de terrorismo" y condenado por el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.

Rocha también está acusado de hacer declaraciones falsas para obtener documentos de viaje y de proporcionar información falsa y engañosa al gobierno de Estados Unidos, según la denuncia por delito grave.

Durante una rueda de prensa del Departamento de Estado este lunes, el portavoz Matthew Miller dijo que la agencia federal trabajará con la comunidad de inteligencia de Estados Unidos para minimizar el daño causado por Rocha,

"En los próximos días, semanas, meses, trabajaremos con nuestros socios en la comunidad de inteligencia para evaluar las posibles implicaciones de seguridad nacional a largo plazo de este asunto", aseguró Miller a los periodistas.