Desfile de políticos de EEUU por La Habana: ¿se acerca otro deshielo?

A lo largo de poco más de un mes, tres funcionarias de la Administración Biden y seis miembros del Congreso de los Estados Unidos viajaron a Cuba, el país de América con más prisioneros por motivos políticos.

En La Habana, los estadounidenses se reunieron con funcionarios de la dictadura más vieja del hemisferio, un año después del levantamiento popular del julio de 2021 (11J), cuando tuvieron lugar las protestas más grandes de la historia de la isla.

El 7 de noviembre Rena Bitter, subsecretaria de Asuntos Consulares de EE. UU., y Ur Mendoza Jaddou, directora del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de los Estados Unidos (Uscis, por su sigla en inglés), visitaron la isla para discutir temas migratorios, en medio del mayor éxodo de cubanos de la historia, principalmente hacia EE. UU.

“El viaje a La Habana de (…) Rena Bitter, y de la directora de Uscis, Ur Mendoza Jaddou, es la visita de más alto nivel de funcionarios estadounidenses a la isla desde la administración de Barack Obama”, afirmó El Nuevo Herald.

Ese récord fue derribado apenas una semana después, cuando Emily Mendrala, subsecretaria adjunta para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, viajó a la isla para negociar el martes 15 de noviembre con el viceministro de Relaciones Exteriores, Carlos Fernández de Cossío, “los Acuerdos Migratorios (…) y un mayor respeto por los derechos humanos y las libertades fundamentales en Cuba”, según la Embajada estadounidense.

Sin embargo, Johana Tablada, subdirectora para EE. UU. de la cancillería cubana, negó en una entrevista con EFE que los DDHH se hayan mencionado durante las conversaciones. La funcionaria castrista afirmó que ese tema es “un pretexto, ficticio por completo” de la Casa Blanca, y la “excusa” para mantener vigentes las sanciones económicas.

Mientras Mandrala se reunía con los representantes del régimen, la policía política detuvo a los familiares de presos políticos del 11J Wilber Aguilar, Marta Perdomo, Migdalia Gutiérrez Padrón y Lizet Fonseca.

Poco después, entre el 20 y el 24 de noviembre, una pequeña delegación bipartidista del Comité de Agricultura de la Cámara de Representantes de EE. UU. visitó Cuba para conversaciones sobre temas agrícolas, migratorios y consulares, entre otros. Participaron la demócrata de California Salud Carbajal; Jim Baird, republicano de Indiana, y Jahana Hayes, demócrata de Connecticut.

Ayer, @RepJimBaird, @RepJahanaHayes y yo regresamos de nuestra bipartidista viaje a Cuba.
Tuvimos la oportunidad de ver el impacto de las importaciones de alimentos de EEUU, conocer a los agricultores, y plantear las principales preocupaciones con los funcionarios. https://t.co/qh1mDaqwlm

— Embajada de los Estados Unidos en Cuba (@USEmbCuba) November 24, 2022

El 10 de diciembre, tres congresistas demócratas se reunieron en La Habana con diputados del Parlamento cubano, y hablaron sobre cómo avanzar hacia la “normalización” de las relaciones de EE. UU. con el régimen comunista.

“Una meta común es trabajar con vistas a que ambos Gobiernos normalicen sus relaciones”, declaró James McGovern, quien viajó acompañado de Mark Pocan y Troy Anthony Carter.

Un día después, el representante demócrata James McGovern le estrechaba la mano en una reunión, sonriente, al mandatario de la dictadura comunista Miguel Díaz-Canel.

El senador de Florida Rick Scott ha denunciado una supuesta política de “apaciguamiento” de Joe Biden respecto al régimen de La Habana. Esta semana, Scott denunció una agresión en la cárcel al disidente y preso de conciencia José Daniel Ferrer, mientras en La Habana McGovern se reunía con funcionarios de la dictadura.

“El malvado régimen de Castro/Díaz-Canel obligó a la esposa y los hijos de José Daniel Ferrer a ver cómo sus matones abusaban brutalmente de él”, manifestó en Twitter el político del Partido Republicano. “Joe Biden necesita ver este testimonio. Esto es lo que permite su débil apaciguamiento del régimen cubano opresivo e ilegítimo”, afirmó Scott.

A raíz del desfile de funcionarios estadounidense por la isla, algunos activistas y periodistas cubanos, como el académico José Raúl Gallego, han expresado que “el régimen puso en ridículo una vez más a la representación del gobierno norteamericano”, porque “todavía estaba la delegación de la Administración Biden en la Embajada de Estados Unidos en La Habana haciendo ofrecimientos concretos cuando Miguel Díaz-Canel partió a Rusia” a sellar acuerdos con su aliado Vladímir Putin.