Crimen y Corrupción
Condenan a 15 años de cárcel a exdiplomático estadounidense convertido en espía cubano
Un exdiplomático estadounidense y exembajador de EE.UU. en Bolivia fue condenado a 15 años de prisión en el Distrito Sur de Florida por trabajar como espía cubano
Abril 15, 2024 9:11am
Updated: Abril 15, 2024 1:40pm
Un exdiplomático estadounidense y exembajador de EE.UU. en Bolivia fue condenado el viernes a 15 años de prisión en el Distrito Sur de Florida por trabajar como agente del régimen comunista cubano.
Víctor Manuel Rocha, de 73 años, entregó información crítica de EE. UU. a la dictadura militar cubana durante más de 40 años, según los fiscales federales de la Fiscalía en Miami.
La condena se deriva de la detención de Rocha el año pasado tras ser capturado por agentes del FBI. Rocha se declaró inicialmente inocente, pero cambió su declaración ante el Distrito Sur de Florida en febrero para evitar un juicio penal.
Este caso es uno de los más significativos en la historia de las relaciones entre Cuba y Estados Unidos, el cual eclipsa potencialmente el caso de Ana Montes, que cumplió una larga condena por actuar como agente interna de La Habana durante su etapa como analista en el Departamento de Defensa estadounidense.
Como parte de su disposición en el Distrito Sur de Florida, Rocha dijo al juez: "Me declaro culpable". El exembajador estadounidense convertido en espía cubano también deberá pagar una multa de 500 000 dólares y contar a las fuerzas de seguridad estadounidenses todo lo que sabe sobre las operaciones en las que participó.
Los casos de espionaje suelen terminar con largos acuerdos de culpabilidad que perdonan la vida al acusado a cambio de revelar qué información se entregó a agentes enemigos o potencias extranjeras.
El fiscal general Merrick Garland señaló que los delitos de Rocha fueron "una de las infiltraciones de mayor alcance y duración en el gobierno de EE. UU. por parte de un agente extranjero".
Rocha, nacido en Colombia, llegó a Estados Unidos y cursó estudios en universidades de la Ivy League como Harvard, en Massachusetts; y Yale, en Connecticut.
Fue embajador de EE. UU. en Bolivia entre 1999 y 2022 y también trabajó para el Departamento de Estado en puestos diplomáticos en Argentina, República Dominicana, Honduras y México.
En una etapa, incluso, desempeñó un cargo en el Consejo de Seguridad Nacional, una de las partes más codiciadas y elitistas del gobierno estadounidense que ayuda a desarrollar la política para el presidente de Estados Unidos.
Después de su servicio relacionado con el Departamento de Estado, Rocha siguió accediendo a información trabajando como asesor en Miami para el Comando Sur del Ejército estadounidense, que se ocupa de todo el Caribe y América Latina.
Eso le permitió seguir accediendo a información y seguir siendo relevante dentro del mundo de Cuba, mientras La Habana continuaba extendiendo sus operaciones por la región latinoamericana y el hemisferio occidental.
Pero la tapadera de Rocha empezó a verse comprometida en noviembre de 2022, cuando un agente federal se puso en contacto con él a través de WhatsApp y se hizo pasar por un agente de los servicios de inteligencia cubanos.
El agente del FBI dijo que estaba enviando a Rocha un mensaje de "tus amigos de La Habana", según documentos judiciales.
Rocha creyó al agente encubierto estadounidense y se reunió con ellos al menos tres veces. Durante esas reuniones Rocha reflexionó sobre su largo tiempo de servicio como agente del régimen cubano.
Durante las conversaciones, Rocha dijo "nosotros" para describirse a sí mismo y al régimen comunista cubano como si fueran la misma cosa, prometiendo "proteger" aquello en lo que "nosotros" trabajábamos.
El FBI recopiló aún más información útil cuando cuestionaron la lealtad de Rocha al régimen castrista y le preguntaron si seguía siendo leal a La Habana.
Rocha se enfureció y señaló que le molestaba que se cuestionara su lealtad a La Habana, respondiendo: "Es como cuestionar mi hombría".
Las relaciones entre Washington y La Habana han sido tensas desde la Revolución Cubana de 1959, y aún más después de que Fidel Castro declarara que se comprometía a construir un régimen marxista-leninista con lealtad a Moscú durante la época de la Unión Soviética.
El régimen castrista también se apoderó de los bienes de empresas y nacionales estadounidenses y cometió graves violaciones de los derechos humanos contra su propio pueblo, celebrando juicios en estadios, ejecuciones públicas y obligando a miles de personas a campos de trabajos forzados.
Como consecuencia, Estados Unidos cortó las relaciones diplomáticas e instituyó un embargo comercial para garantizar que las empresas y ciudadanos estadounidenses no ayudaran a beneficiar a la dictadura militar.
Las relaciones se suavizaron cuando el expresidente Barack Obama visitó Cuba y se reunió con el entonces presidente Raúl Castro en 2015.
La Administración Obama retiró algunas sanciones y políticas de viajes, pero muchas de ellas fueron restablecidas y ampliadas por la Administración Trump, que adoptó una posición firme contra la dictadura militar.
En una entrevista con la BBC, el ex jefe de contrainteligencia de la CIA, James Olson, indicó que Rocha era un "traidor", y agregó que se sentía frustrado "porque [el servicio de inteligencia cubano] han tenido mucho éxito en operar contra Estados Unidos".