Argentina investiga a médico cubano por presunto ejercicio ilegal de la profesión y estafa

Las autoridades argentinas están investigando al médico cubano Ronald Mora por presunto ejercicio ilegal de la profesión y estafa, reportó la televisora local Todo Noticias el domingo.

De acuerdo con el reporte, Mora fue detenido en la localidad de Punta Lara, en Buenos Aires, por ejercicio ilegal de la medicina.

Los agentes del Departamento Inteligencia contra el Crimen Organizado de la Policía Federal allanaron un domicilio ubicado en Ensenada, donde tenía una de sus clínicas, y allí fue arrestado junto a su esposa de 34 años.

Sin embargo, ambos fueron liberados, con prohibición de ejercer la medicina y enfrentan un juicio por ejercicio ilegal de esta profesión.

"Más juntos y más fuertes que nunca, convencidos de nuestra gran obra de bien. Gracias a todos por sus oraciones, testimonios, apoyo y bendiciones. La verdad saliendo a la luz. Bendiciones para todos... Muchas gracias", escribió Mora el domingo en su Facebook.

Presuntamente el cubano obligaba a los pacientes a pagar sus terapias "curativas" en dólares o con alquileres de lujosas casas para vivir en ellas. 

Mora, de 49 años, atendía mayormente a niños con dificultades de neurodesarrollo, parálisis cerebral y retraso psicomotor y prometía a sus padres que los curaría.

“Llegó la Alta Complejidad Neurológica y Neurodesarrollo infantil de Cuba a Punta Lara”, se promocionaba en redes sociales.

También en su canal de YouTube difundía casos de niños que supuestamente habían mejorado gracias a sus terapias. “¿Sabías que padece parálisis cerebral? Vamos tan bien que nada se nota. Veo esperanzas para los niños por todos lados”, añadió.

El médico comenzó sus actividades en la provincia de Salta y tras recibir varias demandas en su contra se mudó a la provincia de Buenos Aires.

Natalia, una de las madres denunciantes contó a TN que “mi hija tiene 20 años y sufre parálisis cerebral. Este hombre y su mujer son la razón por la que nos mudamos a Salta. Jugó con la ilusión de mi hija, la nuestra y la de nuestros familiares. Nos prometía que ella iba a tener mejoras, que iba a caminar y a comer por boca. Nos dimos cuenta que todo era mentira y presentamos una demanda. Hoy, por fin, empieza a haber justicia”.