Al menos 1500 personas contagiadas de VIH al año en Cuba

En Cuba se reportan cada año unas 1500 personas contagiadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), según el Ministerio de Salud Pública (Minsap).

Manuel Romero Placeres, jefe del Programa Nacional de Prevención y Control del VIH, aseguró recientemente a la prensa estatal que “los casos diagnosticados anualmente están en alrededor de 1500, la prevalencia es de 0,4 por ciento (%), gran parte de las personas que viven con VIH no mueren de sida y se mantiene la condición obtenida en 2015 que certifica la eliminación de transmisión materno infantil del virus”.

El VIH ataca el sistema inmunitario del cuerpo y, si no se trata a tiempo, puede causar el síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA). Para este virus no existe en la actualidad una cura eficaz, solo tratamientos paliativos que ayudan a mejorar y prolongar la vida de los pacientes.

Según Romero Placeres, el 95,3% de las personas que en Cuba saben que viven con VIH reciben tratamiento antirretroviral. No obstante, el doctor y funcionario admitió el “déficit” de condones en el país y afirmó que el Minsap colabora con agencias de las Naciones Unidas para priorizar el acceso de “poblaciones claves con alto riesgo de contraer VIH”.

En los últimos años los pacientes de VIH en Cuba sufren dificultades para mantener los cuidados que necesitan, incluida la falta de medicamentos en las farmacias de la isla y la escasez de los antirretrovirales y otros suplementos necesarios.

En octubre pasado una familia con varios integrantes enfermos del virus salió a protestar en la calle Cruz Verde, del municipio de Guanabacoa, en La Habana, debido a la rotura de su refrigerador, donde deben almacenar los medicamentos para tratar la enfermedad. La familia se plantó en la calle con el equipo electrodoméstico que tenían roto desde hacía dos meses, luego de haber pagado su reparación y que lo dejaran inservible.

Por otra parte, en septiembre de 2022 dos enfermos de VIH-sida en el municipio habanero del Cerro recibieron atención médica de las autoridades tras viralizarse la denuncia de usuarios de redes sociales sobre el abandono en que se encontraban.

Además, varios activistas de derechos humanos y disidentes enfermos con VIH acusan a las autoridades de desatenderlos por motivos políticos, entre ellos, Yoel Acosta Gámez y su esposa Alisanna Lores Furones, residentes en Baracoa, Guantánamo.

“Las condiciones son infrahumanas, los medicamentos de nosotros no aparecen con mucha facilidad. No tenemos mucha atención médica, en ocasiones nos faltan clínicos. Hemos pasado por estados donde tenemos las defensas bajas y en el hospital no ha habido clínico para atendernos”, alegó Acosta en 2021.

También contó que los antirretrovirales que precisan escasean, por lo que han tenido que estar sin tomarlos hasta por un mes, y mencionó que en el oriente del país las personas seropositivas se atienden en hospitales carentes de las condiciones para estos pacientes.

“La salud de nosotros se deteriora y somos discriminados. Cuando buscamos trabajo o pedimos ayuda vemos la diferencia y te aíslan para no atenderte con la misma calidad”, denunció el activista y reportero independiente.