La historia de Laura Meza, veterana hispana que regresó a EEUU tras ser deportada hace 14 años

Laura Meza era una madre soltera de 28 años y veterana del Ejército estadounidense que luchaba contra el trastorno de estrés postraumático y una adicción a las drogas que la llevó a la deportación.

Meza fue deportada hace más de 14 años a Costa Rica, el país donde nació, y hace dos semanas se ganó la rara oportunidad de regresar al país que defendió en la guerra con Irak.

“Dios escuchó mis oraciones. Yo le pedía todos los días que me ayudara a volver a casa. Yo no perdía la fe de que algún día volvería”, dijo Meza, ahora abuela de 42 años, en declaración con Univision.

La exveterana afirmó que su mundo se derrumbó luego de regresar de la guerra en Irak, ya que comenzó a sufrir trastorno de estrés postraumático y fue víctima de violación por un soldado durante su despliegue en Alemania.

Asegura que no reportó el primer intento de violación por miedo a represalias y fue nuevamente abusada cuando regresó a Maryland, el estado que la vio crecer tras emigrar a EE. UU. a los 5 años.

“Yo no quería vivir”, contó Meza, que en ese momento solo era residente permanente.

En medio de la depresión, decidió refugiarse en las drogas. Fue declarada culpable por posesión de marihuana con intención de distribución e intento de robo en 2007 en Washington D.C. En enero de 2009 fue deportada.

“Es un castigo que te separen de tu familia. Es lo peor que te puede pasar”, indicó.

Las leyes de inmigración de 1996 señalan que los migrantes que son residentes permanentes pueden perder ese estatus migratorio y ser deportados si son declarados culpables de ciertos crímenes, según el reporte de Univision.

Meza pudo regresar a Estados Unidos gracias a un esfuerzo sin precedentes de la Administración Biden de rectificar las deportaciones de migrantes que han servido en las Fuerzas Armadas del país.  

La exveterana aprovechó la oportunidad de traer a su hijo Jaden de 12 años, nacido en Costa Rica. Conoció a su nieto de 2 años por primera vez y logró abrazar a su hija y hermana, que tenían 9 y 18 años cuando fue deportada, después de mucho tiempo; pero a la persona que más extrañó fue a su madre Liddy Alvarado, de 64 años, que tenía la esperanza de que se volverían a ver.  

Desde el verano de 2021, el programa Iniciativa de Veteranos y Miembros Militares Inmigrantes del Departamento de Seguridad Nacional ha permitido que 62 veteranos deportados y nueve de sus familiares ingresen legalmente al país para reunirse nuevamente con sus familias, según cifras del gobierno.