Espada de Bolívar y paloma de la paz: símbolos en investidura de Petro como presidente de Colombia

El exguerrillero de izquierda Gustavo Petro se convirtió el domingo en el 42º presidente de Colombia, sucediendo a Iván Duque, en una toma de posesión llena de símbolos que revelan la magnitud histórica del acontecimiento en el país sudamericano.

Ante una multitud concentrada en la Plaza de Bolívar de Bogotá, la primera orden de Petro como presidente fue llevar a la ceremonia la espada del libertador Simón Bolívar, la misma que el M-19 -el grupo guerrillero al que pertenecía-, robó en señal de protesta en 1974.

"Esta espada representa demasiado para nosotros y para nosotras y quiero que nunca más esté enterrada. Que solo se envaine, como dijo su propietario, el libertador, cuando haya justicia en este país. Que sea del pueblo. Es la espada del pueblo", dijo Petro al iniciar su discurso.

Previamente, el presidente saliente, Iván Duque, había negado el uso de la famosa espada, custodiada por una unidad especial del Ejército, para la toma de posesión de Petro.

El mandatario fue investido por la senadora María José Pizarro, hija de Carlos Pizarro, quien fue compañero de Petro en la guerrilla del M-19 y asesinado en 1990 cuando era candidato presidencial en medio de la desmovilización de este grupo armado.

La congresista, entre lágrimas y con una chaqueta roja que mostraba el rostro de su padre con el mensaje "que la lucha por la paz no nos cueste la vida", colocó la banda presidencial al nuevo mandatario y le dio un abrazo en medio de la ovación de los asistentes que en algunos momentos corearon: "Sí se pudo, sí se pudo" y "Petro, amigo, el pueblo está contigo".

En su discurso inaugural, Petro invitó a los grupos armados “a dejar las armas en las nebulosas del pasado” y a “aceptar beneficios jurídicos a cambio de la paz, a cambio de la no repetición definitiva de la violencia”.

Además, señaló que es necesario cambiar la política contra las drogas por una “nueva convención internacional que acepte que la guerra contra las drogas ha fracasado, que ha dejado un millón de latinoamericanos asesinados durante estos 40 años, y que deja 70.000 norteamericanos muertos por sobredosis cada año”.

“La guerra contra las drogas fortaleció las mafias y debilitó los Estados" y "ha llevado a los Estados a cometer crímenes”, agregó.

Petro asumió el domingo como el primer presidente de izquierdas de Colombia después de tres intentos electorales, moderando su imagen de izquierdista y aliándose con parte del establecimiento político tradicional.

Llegó al poder con una agenda de "paz total", bandera que simbolizó con la paloma blanca que se puso en la solapa de su chaqueta.

El logo de la ceremonia, además, fueron tres mariposas con los colores de la bandera. Otro símbolo consistió en la invitación directa de Petro a personas de distintas regiones del país, entre ellas, una barrendera, un campesino cafetero y un pescador, según reportes de medios locales.

Su vicepresidenta, Francia Márquez, activista afro, feminista y ecologista, consiguió conectar con las poblaciones más vulnerables del país en las costas del Pacífico y del Caribe, que durante años se resistieron a participar masivamente en la democracia colombiana, informó la BBC.

El nuevo presidente enumeró una serie de propuestas de su gobierno, entre ellas varias reformas sanitarias, fiscales, de pensiones y educativas. También recalcó la importancia de la igualdad de género, del cambio climático y el cuidado de la selva amazónica.