Colombia: Cuatro acusados condenados a más de 23 años de prisión por el crimen de Pecci

Un tribunal colombiano condenó este viernes a más de 23 años de prisión a cuatro de los cinco detenidos y acusados de ser responsables materiales del asesinato del fiscal antimafia paraguayo Marcelo Pecci, una pena que inicialmente era de 47 años pero que se redujo a la mitad tras aceptar los cargos.

Un juez de la ciudad de Cartagena de Indias, en el Caribe, calificó los cargos de homicidio y porte ilegal de armas contra Wendret Carrillo, Eiverson Zabaleta, Marisol Londoño y Cristian Camilo Monsalve Londoño, mientras que Francisco Luis Correa, a quien la fiscalía considera el autor intelectual del crimen, se declaró inocente, según el reporte oficial.

El 6 de junio, el gobierno colombiano anunció la captura de estos cinco sospechosos del asesinato, el 10 de mayo, de Pecci, uno de los más reconocidos fiscales paraguayos contra el crimen organizado, mientras se encontraba de luna de miel en la isla de Barú, cerca de Cartagena.

Según la Fiscalía, Carrillo fue quien disparó al fiscal, Zabaleta era el encargado del transporte y la logística, y Londoño y su hijo Monsalve Londoño participaron en el seguimiento de la v'ictima con anterioridad al crimen.

"Un juez de conocimiento dictó sentido de fallo condenatorio en contra de los procesados, tras avalar la aceptación de cargos realizada durante las audiencias de control de garantías, por los delitos de homicidio agravado, y tráfico, fabricación o porte de armas de fuego agravado", dijo la Fiscalía en un comunicado.

La policía colombiana sigue buscando a otro presunto autor, Gabriel Carlos Luis Salinas Mendoza, sobre el que ha emitido una notificación azul de Interpol porque podría haber salido del país, probablemente a Venezuela, de donde es originario.

Además, aún no ha surgido ninguna información sobre los autores intelectuales del crimen, aunque las autoridades colombianas aseguran que los "autores de este delito podrían estar en otro país", "en cualquier parte del mundo".

Sin embargo, según la información de la policía paraguaya, citada por el director de la Policía colombiana, general Jorge Luis Vargas, ya existía una negociación, por parte del grupo criminal brasileño Primeiro Comando da Capital (PCC), "para que este asesinato se cometiera en Paraguay", pero al no poder consumarse, se determinó que "se realizara en cualquier parte del mundo".