Cultura
Cardenal de Hong Kong critica al Vaticano por el "imprudente" trato con China tras su detención
El cardenal Joseph Zen cuestionó la forma en la cual el Vaticano decidió reconocer a los obispos chinos nombrados por el Partido Comunista Chino
Mayo 27, 2022 9:35am
Updated: Mayo 27, 2022 12:33pm
El cardenal Joseph Zen de Hong Kong realizó sus primeras declaraciones públicas tras ser detenido a principios de este mes. En ellas, criticó que el Vaticano decidiera reconocer a los obispos chinos nombrados por el Partido Comunista Chino.
Zen, exobispo de Hong Kong de 90 años de edad, ha cuestionado un acuerdo de 2018 entre la Santa Sede y Pekín, el cual considera que permite la represión de la religión católica por parte del gobierno comunista.
"Puede que el Vaticano haya actuado de buena fe, pero ha tomado una decisión imprudente", aseveró Zen el martes durante un pequeño servicio religioso celebrado en Hong Kong.
Zen y otras cuatro personas activas en el movimiento prodemocrático de Hong Kong fueron detenidas el 11 de mayo con base en la controvertida Ley de Seguridad Nacional del país, por su trabajo con el Fondo de Ayuda Humanitaria 612, el cual recibe donaciones internacionales para la defensa legal de los manifestantes de Hong Kong. Tras ser interrogado por las autoridades, quedó en libertad bajo fianza.
La medida fue criticada internacionalmente por gobiernos y grupos de derechos humanos.
"Las detenciones de hoy señalan sin lugar a dudas que Pekín pretende intensificar su represión de los derechos y libertades fundamentales en Hong Kong", acusó entonces Benedict Rogers, fundador de Hong Kong Watch, en un mensaje publicado vía Twitter.
Por su parte, el Vaticano anunció que seguiría los acontecimientos en Hong Kong con "suma atención".
Zen se declaró inocente de un cargo de "connivencia con fuerzas extranjeras" en una breve audiencia judicial celebrada el martes.
En la misa, también rezó por "los hermanos y hermanas que no pueden asistir a la eucaristía de ninguna forma esta noche, porque ahora no tienen libertad", informó Reuters.
Bajo el comunismo, los católicos chinos están divididos entre una iglesia clandestina que jura lealtad al Vaticano y la Asociación Patriótica Católica, patrocinada por el Estado.