Víctimas de los incendios en Chile: "Se perdió todo, fue un infierno"

Mientras los equipos de brigadistas y expertos internacionales empiezan a sumarse a la lucha contra los más de 300 incendios forestales que asolan el centro-sur de Chile, las familias afectadas regresan a sus casas, en su mayoría completamente calcinadas, para evaluar los daños, recuperar lo que puedan y acceder a las ayudas que el Gobierno chileno ha anunciado.

"Yo viví aquí en mi casa durante 22 años, mi casa que perdió todo, no saqué nada, sólo a mi hijo, mi perro y mi gato", dijo a EFE María Urrutia, vecina de Santa Juana, la localidad más afectada por los incendios, ubicada en la Región del Biobío, donde se produjeron 11 de las 26 víctimas mortales reportadas en el país.

"Fue un infierno, quien no lo vivió no se lo puede imaginar: mi hijo me decía '¡Mamá, nos estamos muriendo, nos estamos muriendo!', pero gracias a Dios estamos vivos", agregó Urrutia.

Juan Alberto Pellarán, otro vecino de la zona, también perdió sus árboles frutales: ciruelos, perales y membrillos: "¡Se quemó todo!", lamentó a la agencia de noticias.

La familia de Estefanía Araneda, también de Santa Juana, pudo salvarse, pero nada de sus bienes: "Mis padres lo perdieron todo: su casa, el ganado, sus cultivos; su cosecha de patatas y trigo y el esfuerzo de muchos años", lamentó la joven.

Los damnificados pueden acogerse a varias de las ayudas que el Gobierno está entregando para su pronto apoyo y recuperación, entre ellas un bono de un máximo de 1,5 millones de pesos (unos 1.878 dólares) que comenzará a pagarse a partir del próximo lunes; viviendas de emergencia que, según prometió hoy el Presidente Gabriel Boric, llegarán "sin duda antes del invierno"; y exenciones tributarias y subsidios a pequeñas y medianas empresas.

El viernes por la mañana, el Gobierno confirmó que 321 incendios siguen activos, de los cuales 94 están siendo combatidos y el resto están controlados.

Los incendios, que arden desde hace una semana, han dejado 26 muertos, 1.260 heridos, 3.000 personas sin hogar y 1.159 viviendas quemadas, según el último informe del Servicio Nacional para la Prevención y Atención de Desastres (Senapred).

Diversos aparatos y especialistas en extinción de incendios llegaron a Chile desde España, Argentina, México y Estados Unidos, que envió el "Ten Tanker", el avión cisterna más grande del mundo con capacidad para 36.000 litros.

Las regiones de Biobío, Ñuble y La Araucanía son las más afectadas por los incendios que ya han destruido más de 45.000 hectáreas y un centenar de viviendas y han provocado la evacuación de decenas de municipios.